La pluma era su arma de doble filo, en especial al mantener su anonimato en las redes sociales y teniendo sus ideales firmes como el concreto, siempre sabiendo cómo llegar a su objetivo dentro del reino. Sus compañeros reporteros en la cadena televisiva más importante en los territorios, habían investigado a varios de los Red Arrows por las fotografías y vídeos que obtuvieron de algunos establecimientos donde fueron captadas las imágenes; pero todo eso fue oculto para los ojos de todo el mundo.
Sharon sabía que siempre se arriesgaba al publicar algo, puesto que sabía por Bobbi Morse que el rey y sus secuaces la buscaban para silenciarla. Incluso se informó, a través de ella, que Bucky Barnes estaba vivo y ese rumor fue alimentado con los diversos testimonios de personas que fueron atacados por los Red Arrows y con la intención de buscar al rey fugitivo en todos los lugares y con personas posibles.
Se sorprendió al tener esos informes de los testigos entre sus manos. Bebió un poco de vino y se levantó para cerrar las cortinas. Sólo sus ojos podían ver eso. Regresó para acomodarse en el sillón e iniciar. Sus ojos comenzaron a pasearse de un lado a otro mientras se imaginaba los hechos. El primero era de un chico llamado Luis, quien era gerente de un bar y que fue golpeado, secuestrado e interrogado de forma brutal. Así como él había muchos casos que la policía tenía y que simplemente ignoró ¿Quién podría contra el rey, si él mismo disolvió el parlamento, y era la persona más poderosa del reino?
Pasó toda la noche leyendo cada caso y testimonio, formándose la idea de una publicación escandalosa y que, muy probablemente, haría que el rey o los Red Arrows la buscaran hasta por debajo de la piedra más pequeña. Tomó un gran respiro, después de haber bebido su copa número... Ya había perdido la cuenta de ello, y se dedicó a escribir durante las primeras horas con la luz del día.
Sabía que existirían dos posibles reacciones en el reino: la primera, todos lo tomarían como un rumor más; o la segunda, y la que más esperaba que sucediera, que todo el reino se quitara la venda de los ojos y que se alzara en contra del nuevo rey y los Red Arrows. En cuanto el texto estuvo listo en la plataforma de cada red social, lo publicó.
Soltó un gran suspiro y se dejó caer en el sillón, para después cerrar los ojos lentamente. Esperaría la respuesta del reino.
Las personas veían la polémica publicación no podían creer que la mismísima guardia, que asignó el nuevo rey, fuera peor que cualquiera que estuvo antes. Ahora, entendían todos aquellos inexplicables incendios en lugares y la desaparición de varias personas por días o semanas, y que regresaban de la nada, heridas y sin hablar de lo sucedido. Algunos no regresaron y otros lo perdieron todo en esos ataques orquestados por los propios Red Arrows, quiénes eran temidos en todos los distritos. Habían depositado tanta confianza en el ex gobernador pelirrojo, en el cambio que podía realizar en el reino y su potencial como mandatario, pero eso cambió. Lo veían como un tirano más que buscaba satisfacer sus propios deseos.
Algunos pocos inconformes se atrevieron a manifestarse fuera del castillo, exigiendo la abdicación voluntaria de Gabriel. El pelirrojo lo vio todo desde lo alto en la ventana de su oficina. Su pecho se llenó con aire y fue expulsado mientras que sus ojos, entrecerrados y atentos, se enfocaban en cada una de esas personas y sus pancartas. Era un líder con gran potencial como rey, ya se lo habían dicho en una ocasión, pero no lo conocían a la perfección. Estaba corrompido por el poder que tenía a manos llenas y no podía permitir entregarlo como si nada. Así que llamó al jefe de la guardia en el castillo y esperó a que llegara.
También, ya tenía a Wanda Maximoff de regreso en el castillo y a Bucky Barnes. Ambos siendo prisioneros y estando separados. No entendía cómo es que ellos estaban tan enamorados, si su relación inició con un teatro para calmar las revueltas. Parecía que a la castaña nunca le interesó el poder, aunque era reina por derecho de matrimonio, tuvo el poder de hacer lo que quisiera y no lo hizo al estar casada con el rey legítimo. Y, mucho menos, quiso ser coronada y nombrada como reina consorte. Sólo le quedaba una opción para que ella lo quisiera por las buenas o las malas, y para eso tenía que deshacerse definitivamente de la única persona que se interponía entre los dos: James.
