𝐈𝐍𝐕𝐈𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 𝐒𝐓𝐑𝐈𝐍𝐆 | 𝐋 𝐇𝐀𝐌𝐈𝐋𝐓𝐎𝐍

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20.Ahora la tienes.

Azerbaiyán y Canadá pasaron en un abrir y cerrar de ojos, de alguna forma Lewis, Camille y Silver habían conseguido una rutina.

Lewis las convenció para mudarse con el temporalmente diciéndole a Silver que quería conocer a su hija.

Silverstone era la carrera de la semana y habían viajado antes para que los padres de Lewis conocieran a su hija, ya habían pasado por el padre del inglés a quien camille sin ningún tipo de problemas llamo abuelo, lo que tenía al piloto frustrado.

—Vamos cariño, si a él le dices abuelo a mi puedes decirme papá—pedía a su hija a quien tenía en brazos.

—Lewlew—repetía la niña, haciendo al hombre bufar mientras Silver reía, estaba nerviosa en el fondo por conocer a la madre de Lewis, lo había acompañado por Camille ya que esta se lo había pedido— maman, la maison est très belle.

—oui chérie—beso su frente, al parecer su hija también estaba algo nerviosa ya que hablaba en francés.

—no se vale que hablen en francés—bufo.

—vas a tener que aprender Lewlew—le mostró su lengua la niña en forma de burla.

—dijo que la casa es muy linda—explicó Silver para el piloto.

Cuando por fin estuvieron en la puerta la madre de Lewis abrió con una sonrisa enorme—¡Mi Dios!—grito emocionada admirando a la pequeña—por favor pasen—se hizo a un lado—tú debes de ser Camille—estiró su mano a la niña que se escondió en los brazos de su padre.

—Mon amour es tu abuela—acarició su cabello Silver—¿no quieres saludar?

Los ojos de la niña se abrieron como si estuviera viendo el dulce más rico del mundo, no sabía lo que era tener una abuela más que en nombre—lewlew abajo—pidió que la bajara para así estrechar la mano de la mujer—je suis camille.

—Hola Camille, mi nombre es Carmen.

—¿puedo llamarte abuela?—pregunto.

Lewis bufo recibiendo un golpe de Silver— eres imposible—lo regañó la chica.

—Oh claro cariño, ese sería mi mayor gusto—la niña corrió donde su madre.

—Mamá tengo una abuela linda.

A Silver se le fracturó en corazón en pedazos al escuchar eso, porque no entendía hasta este momento la falta que le hacía eso a su hija y no podía estar más feliz de que por fin lo tuviera—La tienes mon amour.

—Oh perdón, tú debes ser Silver es un gusto conocerte cariño, ¿puedo abrazarte?—ni siquiera le dio tiempo de responder y ya la abrazaba— eres más hermosa en persona, y has criado a una niña preciosa, te lo agradezco.

—Muchas gracias señora, su hijo también es decente cuando lo desea, pero sé que no es por culpa suya—ambas rieron mientras Lewis la miraba ofendidas.

—Nada de señora, llámame por mi nombre y quiero que me cuentes todo sobre mi nieta.

Allí se la pasaron hablando, la mujer miraba a Camille con un amor que Silver nunca vio en los ojos de su madre, ni siquiera cuando la miraba a ella o a su hermano.

—Debió ser difícil cuidar de Camille sola, lamento que hayas tenido que pasar por eso—tomó su mano—Lewis me comentó que no tienes una excelente relación con tus padres, y no quiero sobrepasar límites pero quiero decirte que estamos aqui para todo lo que necesites, ya sea que estéis juntos o no, eres la madre de nuestra nieta y parte de la familia.

Silver sintió sus ojos llenarse de agua, por lo que le dio las gracias y se excusó al baño un segundo.

Allí soltó algunas lágrimas libremente para después limpiar su rostro, Lewis había crecido con amor y se notaba, cosa que ella solo pudo soñar.

Al salir del baño encontró a Lewis esperándola, quien vio su cara y la abrazó al instante—No te escondas de mí cuando quieras llorar, estoy aquí para eso.

—Gracias Lewis—le devolvió al abrazo, se sentía tan cómoda en sus brazos, en casa y por lo tanto se alejó rápidamente— creo que es mejor que volvamos.

—¿Porque no dejamos que mamá pase un rato con Camille? Podemos ir afuera a hablar.

—Camille tiene mucha energía no quiero que moleste a tu mamá—explicó.

—Cariño, es su nieta—rio—nunca la molestaría y tiene tres años que recuperar, seguro llamo a mis hermanas para que vengan a conocerla así que estará muy ocupada con sus primos. Aparte tú necesitas un poco de aire fresco.

Ambos salieron a la parte trasera de la casa donde había un espacio hermoso, con unas sillas debajo de un árbol.

—¿Porque llorabas? ¿Mamá te dijo algo? Si es así puedo hablar con ella...

Silver negó de inmediato—tu madre es perfecta, es solo que...eran lágrimas de felicidad por Camille y de tristeza por mi, es egoísta, pero simplemente hubiera querido tener una familia como la tuya.

—Ahora la tienes.

—No la tengo Lewis—negó la chica—son tu familia y si bien compartimos una hija, eso es todo, estamos viviendo juntos pero al final del día no estamos juntos, en algún punto yo volveré a Francia y tú visitarás a Cami, yo la llevare a Mónaco para verte pero es solo eso. Tú conocerás a otra persona, seguro te casarás y hasta tendrás más hijos.

—Si quiero casarme y tener más hijos en eso tienes razón.

—ahí está, en ese momento quedaré fuera de tu vida.

—es difícil considerando que quiero casarme contigo y tener más hijos contigo.

—Lewis...

—No entiendo porque no quieres intentarlo, llevamos más de un mes en esto y creo que he por lo menos demostrado un poco que no soy un imbecil, quiero estar contigo Silver.

—¿y qué pasa cuando ya no quieras? Cuando te aburras, ¿le rompemos el corazón a Camille dejándonos?

—Ambos sabemos que esa no es la razón por la que no quieres estar conmigo, tienes miedo de que sea como tu padre, No soy como tu padre, eso es lo que debes de entender, solo quiero amarte

Claro que no era como su padre, siempre lo ha sabido pero era demasiado cabeza dura y al final del día simplemente tenía miedo de abrir el corazón—sé que no eres como él—suspiró—solo...no quiero que esto salga mal.

—no te diré que será perfecto, nada lo es, pero te prometo que haré todo  para que nunca dudes de mí.

—Creo que primero me debes una cita de verdad.

Lewis sonrió como nunca—¿en serio? ¿Me estás dando una oportunidad?

—Primero la cita y veamos si no quiero matarte al final de la noche.