Calidez/Promesa Rota

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Mis sentimientos se encontraban difusos y revueltos, tengo el presentimiento de que la mujer que vimos en el bosque es Sona, la mujer que mencionaron en el templo, cuando vi la imagen mi mente se quebró, pero no quería decirle todo a Yuki, sentí un miedo profundo "si se lo digo, la perderé para siempre" eso pensé de inmediato, estoy seguro de que tenia una relación con Sona, pero no he recuperado mis recuerdos, quien soy ahora siente algo por Yuki, quiero cuidarla y estar con ella.

-Que piensas?.- me pregunta Yuki

-Solo estoy tratando de despejar mi mente.- le conteste

-Puedo abrazarte para dormir?.- me pregunta

Su pregunta me dejo un segundo en shock, pero pareció una eternidad, mi corazón estaba a punto de explotar.

-Claro, esta empezando hacer frio.- le contesto nervioso.

Se acerco a mi sin decir una sola palabra, el cielo estaba estrellado, la fogata a lado nos mantenía calientes, pero cuando nuestros cuerpos chocaron se creo una conexión indescriptible, mis ojos estaban apuntando al cielo, no quiero verla pues estaba demasiado nervioso para hacerlo. Solo quiero dar un vistazo, estaba ahí con sus ojos cerrados, una mujer sumamente letal y capaz, pero en este momento estaba vulnerable y eso se sintió precioso, cuando estaba apunto de cerrar los ojos, veo como los de ella se abren, me mira fijamente y dice:

-No se que pasara con nosotros, ni con el templo, pero te dire la verdad: las sombras me abrazaron durante toda mi vida y siempre se sintieron frías y crueles, pero en este momento comprobé que la luz es calida, siento la luz cada vez que tomo tu mano, cada vez que te veo a los ojos, y ahora que nuestros cuerpos están juntos, no tengo ninguna duda, te quiero a ti, no quiero separarme ni un solo segundo.

Estaba a punto de contestar tan bellas palabras cuando... sus labios se conectaraon con los mios, el beso ilumino todo el bosque, al menos asi lo senti yo, mi corazón se sentía raro, como si estuviera haciendo algo malo, pero el sentimiento de amor, lo supero completamente.

El beso de Yuki fue tan inesperado como intenso. Sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, desde la punta de los dedos hasta lo más profundo de mi ser. Mis ojos se cerraron instintivamente, dejando que la sensación se apoderara de mí. Era como si, en ese instante, todo lo que había sido, todo lo que había perdido y todo lo que temía, se desvaneciera en la calidez de su toque. El mundo entero desapareció, y solo quedamos nosotros dos, enredados en ese momento de pura conexión.

Pero, incluso en medio de esa euforia, una sombra de duda se deslizó en mi mente. La imagen de Sona en el bosque, tan etérea y distante, apareció fugazmente ante mis ojos cerrados. Era como un eco lejano, un recuerdo que no podía ignorar, aunque quisiera. Sentí el peso de la incertidumbre, de la dualidad entre lo que era y lo que soy, y una pregunta silenciosa se hizo cada vez más fuerte: ¿Estoy traicionando a alguien al sentir esto?

Cuando finalmente nos separamos, nuestras respiraciones eran irregulares, y el silencio que siguió estuvo cargado de emociones no dichas. Yuki seguía con los ojos cerrados, su rostro tan cerca del mío que podía sentir su aliento en mis labios. Quería decir algo, cualquier cosa, pero las palabras se negaban a salir. Todo lo que podía hacer era mirarla, intentando entender qué significaba todo esto para nosotros.

Finalmente, ella abrió los ojos, y en su mirada vi algo que me dejó sin aliento: una mezcla de vulnerabilidad y determinación que rara vez había visto en ella. Era como si, con ese beso, hubiera dejado al descubierto una parte de sí misma que había mantenido oculta durante mucho tiempo.

—Yuki... —comencé, pero ella me interrumpió suavemente.

—No tienes que decir nada ahora, Red —dijo, con una sonrisa que era a la vez triste y sincera—. Sé que esto es complicado, y que hay mucho que aún no entendemos. Pero solo quería que supieras lo que siento, antes de que todo cambie, porque sé que lo hará.

Asentí lentamente, sabiendo que tenía razón. Algo dentro de mí me decía que este momento, esta conexión, era solo el preludio de decisiones difíciles y caminos inciertos. Quería aferrarme a esta sensación de paz, de seguridad, pero sabía que no podría durar.

—Gracias, Yuki —le dije finalmente, mi voz apenas un susurro—. Por confiar en mí, por... por todo. No sé qué va a pasar, pero quiero que sepas que también siento algo por ti. Y pase lo que pase, no dejaré que nada te haga daño.

Ella me miró durante unos segundos, como si estuviera memorizando cada detalle de mi rostro. Luego, asintió y volvió a recostarse contra mí, cerrando los ojos una vez más.

Nos quedamos así, en silencio, mientras el fuego seguía crepitando a nuestro lado. Aunque sabía que había cosas que aún debía enfrentar, que los recuerdos perdidos de Sona aún acechaban en las sombras de mi mente, en ese momento todo lo que importaba era el presente, y la promesa tácita que había hecho de proteger a Yuki, sin importar lo que viniera.

El bosque nosrodeaba, susurrando promesas de desafíos y revelaciones por venir, pero porahora, estaba listo para enfrentar lo que sea, siempre y cuando Yuki estuvieraa mi lado

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⏰ Última actualización: Aug 29 ⏰

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