AMBROSÍA ENTRE BOCAS [ OMEGAVERSE POLIAMOR ]

CAPÍTULO 15

𑁍Flora𑁍

Me hubiera encantado encontrar un tema de conversación con Samyr para poder distraerme de la penetrante oscuridad fuera del alcance del fulgor de las velas, pero una vez que Auriel se quedó profundamente dormido, Samyr dejó de tocar la guitarra y se acomodó perezosamente en el suelo para acostarse sobre su espalda, viendo fijamente al techo. Luego de unos minutos cerró los ojos y deduje que necesitaba el descanso, por lo que brindé mi presencia silenciosa. La habitación permaneció en la suave plenitud del ambiente sosegado. Ambos hombres reposaban tranquilamente y era algo que me resultaba comprensible, ya que algunas candelas que había encendido mantenían el efecto activo de relajación, la mayoría era para terapias y como tal funcionaban conforme aunque no poseen perfumes, pero siempre disponen de somníferos leves.

Ya estaba acostumbrada a las sensaciones y en consecuencia mi sistema nervioso lograba relajarse, pero mi mente sigue lo suficientemente enfocada como para impedir que el efecto me arrulle al mundo de los sueños. Al estar consciente del ambiente tranquilo logré darme cuenta de algo más significativo...

Durante las terapias se utilizan de forma frecuente las grabaciones de diversos quilombos en la naturaleza. Sonidos de pájaros si está ambientada de día, corrientes fuertes de un río, viento que sopla entre las hojas. Cuando el escenario estaba ambientado en los sonidos nocturnos suena el ululato de búhos, la estridulación de los grillos creando sonidos de banda ancha, sin entonación, eran simplemente sonido de bosques desconocidos que se ponen de fondo para fomentar la relajación.

Pero escucharlos en tiempo real era diferente.

Todo estaba ahí, los búhos y los grillos, los croares de ranas y silbidos, frente a mi en alguna parte en el inmenso bosque afuera de la casa. Saber que todos esos seres nocturnos estaban en ese preciso instante acompañando mi existencia en la oscura noche fue una experiencia diferente a lo que estaba acostumbrada. Ninguno de esos sonidos era una grabación, todo lo estaba escuchando en el presente, era el mundo vivo a mi alrededor. En el espacio urbano en el que había crecido no habían oportunidades así, así que decidí apreciar el momento con mucha atención. Guardando la vivencia con mucha estima para mi misma; y así pasaron varios minutos, tal vez incluso horas, hasta que desde su lugar Samyr llamó mi nombre y con un susurro le respondí que seguía ahí. No era necesario subir el tono más que murmullos ya que cada sonido se alzaba como eco por toda la habitación.

—¿Volverá aún después de esto? —preguntó Samyr con una voz somnolienta y un índice lastimoso.

—Por supuesto que sí.

—Me preocupaba que saliera mal... y usted no quisiera volver a vernos nunca más.

—Esto no es tan malo, Samyr, creí que se lo había dejado muy claro. Son cosas que pasan.

—Pero no solamente me refiero a esto... a esta situación. Sino que... —Samyr se sentó derecho, viendo el movimiento suave de mi mano mientras acariciaba el cabello platinado de Auriel delicadamente con mis dedos—. Él no habla con desconocidos.

Ante sus palabras mi atención se dirigió hacia Auriel, quien tenía su cabeza recostada en mis muslos mientras dormía y abrazaba la almohada y una camisa con ambas manos. Le había permitido acomodarse de tal forma porque dormía tan cómodamente que no quería perturbarlo con mi protesta. Ni tampoco quería despertarle, no mientras sus alrededores se consumieran en las sombras que tanto teme.

—¿Por qué le preocupó algo así? Creo que todos somos un poco reservados con personas que apenas conocemos, especialmente la primera vez. Incluso si hubiera pasado así, no me hubiera molestado, se lo aseguro.

Samyr se acercó despacio, aun de rodillas en el suelo y se detuvo frente a mis pies. Lo vislumbre desde la posición elevada en mi asiento, en su posición arrodillada y con su mirada dócil, aunque su espalda estaba derecha y su figura demostraba una la gran silueta de su sombra, se veía manso. Su expresión estaba moldeada con una exigencia y sus ojos claros estaban llenos de anhelos. ¿Qué era eso que tanto quería pedirme? Aún no encontraba la respuesta.