CAPITULO 7

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𑁍Magnus𑁍

No esperaba encontrarme con ella de forma tan abrupta, ni siquiera cuando quise contactarla durante toda la semana que había pasado. No pude ponerme en contacto con ella porque tenía que esperar que mis hombres considerarán la implicación y magnitud de los cambios que habrían al invitar a Flora a nuestro hogar. Y no solamente porque sería alguien nuevo entrando al entorno familiar, sino porque podía percibir desde mis entrañas que no solamente sería eso.

Así que era mi deber asegurarme de que todos y especialmente Auriel, comprendieran que la situación sería sensible.

La mujer que habíamos conocido gracias a la recomendación de mi vieja amiga Julia Rivera no era como ella me la había descrito. Me narró a una mujer cerca de mi edad, que portaba una seriedad y profesionalismo desbordante, no se equivocó por completo en esos detalles, pero es que desde mis ojos la imagen de Flora fue mucho más vibrante y el impacto de conocerla por primera vez fue de lo más dulce.

Había algo en ella que despertaba una calidez acariciándome el pecho y el sentimiento ajeno de querer descubrirla me aprisionaba, porque estaba consciente de que no la conocía lo suficiente como para pensarla de esa forma y eso solo me hacía querer conocerla más. Pero me criaron para ser un caballero y por ende me he acostumbrado a actuar con decoro. No podría asustar a Flora desde el comienzo o perdería la oportunidad de acercarme a ella.

Sentía que si la abrumaba con estos pensamientos ella volaría lejos de mí como un pétalo en el viento. Y eso no lo permitiría jamás. Tenía que dejarla caer suavemente en mis manos abiertas y para lograr eso, tendría que tener la paciencia suficiente para adquirir su confianza, solo así caería lentamente entre mis brazos.

Afortunadamente siempre he sido dotado de las mejores virtudes y la perseverancia era tan solo una de ellas.

No era propio de mi carácter desear cercanía de una mujer desconocida, jamás me había sucedido antes y tampoco se me ocurrió que alguien lograría despertar mi interés de esta forma porque sería innecesario para mi, que ya tengo tres amantes en mi hogar a los que amo con locura y a los que les dedico mi tiempo y mi protección. No necesitaba recibir atención de ninguna otra parte. O al menos eso pensaba hasta que sus relucientes ojos color miel se posaron en mi.

Cada vez que ella posaba en mí esa mirada resplandeciente con esas pestañas largas me ondulaba el pecho de esa novedad dócil, porque gracias a ella me había dado cuenta que mi corazón era tan grande que aún se quería permitir a sí mismo un espacio más con un nombre diferente. Y que hermoso nombre era.

Flora...

Aún no había hablado de forma directa de mis intenciones con Flora con mis hombres, pero a veces ellos me conocían más de lo que yo lo hacía, la confianza que les tenía no me permitiría ocultar durante mucho tiempo todo esto, pero me encomendaba a que que para entonces ellos al menos la conocieran mejor, tanto como yo lo quería hacer y que tal vez ella también encontrará más confianza en nuestra cercanía. Ya que aún podía ver sus defensas altas a través de su máscara de formalidad, pero había algo más que percibía de Flora, algo que tal vez ni siquiera ella sabía estar demostrando; pero yo no podía dejar de percatarme en cómo ella no dejaba de inclinarse hacia mí desde la primera vez que la conocí.

Y lo seguía haciendo cuando la encontré por segunda vez y decidí quedarme con ella al ver que se encontraba inestable por lo que había sucedido en la casa de Nishimura Aoi. Se notaba que la estaba pasando mal y ni loco la dejaría sola en ese estado.

AMBROSÍA ENTRE BOCAS [ OMEGAVERSE POLIAMOR ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora