CAPITULO 18

1.2K 145 115
                                    

𑁍Flora𑁍

Tuve un montón de preparación mental para poder llegar a ese estado imperturbable de serenidad y me arreglé como nunca antes para presentarme de la mejor manera posible. Tome la ducha más larga de mi vida entera. Llene todo mi cuerpo con bálsamos para el cuidado de mi piel, que siempre fue delicada, así que me gustaba mantenerla hidratada y saludable. Arregle mi cabello y mis uñas, use maquillaje apropiado, compre un vestido nuevo y unos lindos tacones altos. Atenderme de esa forma me mantuvo ocupada y no me perdí en preocupaciones innecesarias. Aunque era más que nada la expectativa y emoción lo que me mantuvo tan nerviosa, pero de igual forma me encontré a mi misma muy feliz al momento de reunirme con ellos.

El viaje en auto con Magnus fue agradable y al lado de Auriel todo fue incluso más ameno.

Le hice caso a Auriel y compré un vestido teniendo en mente que lo usaría para esta ocasión; el color era uno que nunca había usado antes, pero al probármelo descubrí que me gustaba mucho como encajaba en mi cuerpo. Estaba satisfecha y me sentía plena.

Me mantuve igual de indolente cuando Magnus se ofreció su ayuda para ayudarme a bajar de la camioneta y cuando Auriel enganchó mi mano con la suya para ir juntos. Los dos estaban siendo muy amigables y eso lo apreciaba. De esa misma forma saludo Samyr al llegar al lugar; quien para mi sorpresa, tenía en las manos un precioso ramo de flores.

—Flora... —Samyr musitó mi nombre con timidez—. Es un... gusto verla, saludarla... si...

—Igualmente, es un gusto volver a verlos Samyr y... Hassam. ¿Cómo han estado?

Hassam se quedó en silencio, pero no apartó su mirada de mi rostro. Se me quedó observando y yo le seguí sonriendo. Aún me sentía un tanto cohibida frente a él, pero en ese momento no sentí miedo. Su intensa mirada me recorrió el cuerpo, desde abajo hasta arriba, devuelta a mis ojos. No fue desagradable, ni prejuiciosa, era más como si por primera vez reconocía mi existencia en ese lugar. De mi parte, también me permití contemplar su reserva como un indicativo de su carácter; él no estaba intentando hacerme sentir insegura. Auriel ya me había advertido que su personalidad era así, indiferente, bastante mordaz, por lo que no debía interpretar su malhumor como un ataque hacia mi persona, que es lo que había hecho antes; pero aún no estaba segura de sí, al menos, no le desagrada tratar conmigo.

Solo habían pasado unos segundos y él me seguía sosteniendo la mirada. No se alzaron palabras entre nosotros, pero asentí una vez hacia él como saludo y entendimiento.  El semblante de Hassam se suavizó solo por unos segundos, solo por un momento en el que aguante la respiración. Creí que me iba a decir algo, pero me devolvió el saludo discreto y desvió la mirada hacia otro lugar.

—Muy bien, Flora —respondió Samyr; casi se me olvida que les había hecho una pregunta—. Y muy feliz que haya aceptado venir con nosotros. Estás... —él  extendió las flores hacia mi—, son para usted.

—¿En verdad? Oh... Samyr... —acepté las flores, demostrando mi deslumbramiento con una sonrisa—, ¡Son realmente bellas, muchas gracias!

Escuchar mi entusiasmo le devolvió la seguridad a Samyr porque afirmó su postura y sonrió en grande mostrándome sus caninos superiores. Sus colmillos se veían un poco más pequeños y menos afilados que antes; pero seguían resaltando en su dentadura.

Sostuve el ramo más cerca de mi pecho.

Tengo flores en cada rincón de mi departamento, las tengo en mi nombre, en el fondo de mi corazón y en el pensamiento. Por lo que en ese momento, sosteniendo ese precioso ramo rebose de agradecimiento. Era la primera vez que alguien me regalaba lo que tanto amo y mi alegría no cabía en mi pecho.

AMBROSÍA ENTRE BOCAS [ OMEGAVERSE POLIAMOR ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora