CAPÍTULO 25 [nuevo - en edición]

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𑁍Auriel𑁍

—Usted es mi novia ahora. ¿Si sabe lo que eso significa?

Flora se quedó quieta y no quitó su mirada de la mía. La tenía atrapada debajo de mí. En mi propia cama y con mi propia ropa.

Se cambió su bonita lencería roja y ese vestido corto que se puso para la fiesta cuando pasábamos por su pequeño departamento y le estaba agradecido porque se veía tan seductora con ese color ardiente, revelando sin dejar a la imaginación la gloria total de sus curvas; pero así no parecía estar cómoda y eso no me terminaba de agradar.

Quiero que se sienta bien siempre.

Se me ocurrió prestarle mi atuendo favorito, el más suave de todos. Le quedaba grande porque se tenía que usar holgado. Cuando la vi relajarse y sentir la tela encantada, sonreí satisfecho.

Yo también me sentí mejor con el cambio de ropa.

Se supone que ella solo me traería a casa y volvería a su departamento, pero cedió a acompañarme hasta mi habitación porque se lo pedí con insistencia y una vez dentro no volvió a salir más. Logré distraerla convenciéndola de que tenía sueño rezagado por aguantar toda la noche sin dormir y quería que se quedará conmigo al menos durante la mañana. En el momento que aceptó debió comprender que no lograríamos dormir. Tampoco queríamos hacerlo. Jugueteamos un poco entre mis sábanas, descubriendo que parte de su cuerpo le causaba más cosquillas. Y sus risas involuntarias ante el cosquilleo estrujó la felicidad en mi pecho así que tuve que preguntarle para rectificar que ella estuviera segura del avance de nuestra relación. Porque escucharla llamarme su amigo me amarga.

Realmente no tengo presente cuando empezó esta afección que cada día se me incrustaba más profundo. Puede que fuera desde logró romper mi silencio con tal solo el primer vistazo, como las otras tres personas más importantes en mi vida, también desde ese primer día en el que me obsesioné con su lienzo... o tal vez cuando su propio cuerpo empezó a ser demasiado suyo para que pudiera pintarlo. Porque estaba acostumbrado a hacer bosquejos hermosos para manifestarnos a la existencia, pero ella ya lo era. Ella ya existía antes de que yo pudiera pintarla.

Tras ser consciente de su inmaculada existencia rodeando la mía dejé de pensar demasiado en su retrato, el cuál incluso ni con tantos colores logré dar vida para recrear lo que sentía al verla. Así que la pintura aún permanece incompleta en mi estudio, por eso no puedo enseñársela todavía y afortunadamente tampoco fui capaz de hacerlo la última vez cuando Magnus me escondió la llave de mi estudio en su habitación; pero sigo mirando ese lienzo todos los días.

Incluso si la obra era es solo mi pobre intento de recreación de la forma de sus ojos todavía puedo sentir el tirón en lo profundo de mi corazón cuando fijo mis ojos en en la pintura; con la impresión de marrón, el marrón miel en sus pupilas; esa es la descubierta impresión de mi nuevo color favorito, que no podía hacer brillar tanto como lo hacen en persona. Porque su alma vibrátil no podía recrearse sólo con colores y mi pincel.

Esto era lo que yo necesitaba frente a mi, su presencia completa. Extendida sobre mi cama y aprisionada con mi peso. Así es como la acorralé.

Flora intentaba no demostrarlo, pero tampoco podía ocultarlo, ya sabía que ella gustaba de mi. Y a diferencia de Magnus yo no esperaría a que ella retrocediera ante eso, dándole también la oportunidad de escapar.

—¿Seré realmente suficiente para usted? —me preguntó ella—. ¿De verdad quiere... conmigo? ¿Quiere salir conmigo?

—Si, por favor. Sé que tal vez es muy pronto, pero compréndame, Flora. Inténtelo. Quiero estar con usted casi todo el tiempo.

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⏰ Última actualización: a day ago ⏰

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AMBROSÍA ENTRE BOCAS [ OMEGAVERSE POLIAMOR ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora