Capitulo 22

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Capítulo 22: Desafíos y Revelaciones

El nuevo mes en la Academia Eden trajo consigo más desafíos para Anya y sus compañeros. Aunque Anya seguía destacándose en sus estudios, la relación con Damián continuaba siendo complicada. La tensión entre ellos no disminuía, y las contradicciones en el comportamiento de Damián seguían siendo un enigma para ella.

Un día, durante el almuerzo en el comedor de la escuela, Anya se encontró con Becky. Mientras comían juntas, Becky no podía dejar de hablar de su novela romántica favorita, "Amor en Berlín".

—Es tan emocionante —decía Becky—. Los personajes están tan enamorados, ¡y la historia es simplemente preciosa!

Anya escuchaba con atención, aunque no entendía completamente el entusiasmo de Becky.

—Yo no entiendo mucho sobre eso —admitió Anya—. Prefiero las series de acción. En esas, los héroes luchan contra los villanos y siempre hay emocionantes batallas.

Becky sonrió, tratando de ser comprensiva.

—Cada quien tiene sus gustos. A mí me encantan las historias de romance, pero entiendo que a ti te gusten las aventuras. Todos tenemos algo que nos apasiona.

Mientras conversaban, Damián se acercó con Ewen y Emile. Al ver a Anya y Becky hablando animadamente, Damián frunció el ceño.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó con desdén—. ¿Hablan sobre tonterías de chicas?

Becky, tratando de mantener la calma, se dirigió a Damián.

—No, Damián. Solo estábamos hablando de nuestras cosas. ¿Y tú qué quieres?

Damián, sintiendo la presión de sus amigos para mantenerse firme, decidió no dejarse afectar por el comentario de Becky. En su mente, sin embargo, la realidad era diferente.

(No puedo creer que me importe esto. Anya es... diferente. Pero tengo que mantener mi posición frente a mis amigos.)

—Nada, solo quería ver qué estaban haciendo —dijo Damián—. No que hablen de cosas sin importancia.

Anya, molesta por la actitud de Damián, se mantuvo en silencio. Becky la miró con preocupación, notando que la situación estaba afectando a su amiga.

—Anya, no dejes que Damián te moleste. Si te trata mal, no es porque tú lo merezcas.

Anya asintió, aunque estaba confundida por los sentimientos encontrados que tenía hacia Damián. En su mente, continuaba tratando de entender por qué alguien podría ser tan contradictorio.

En las siguientes semanas, las tensiones entre Anya y Damián continuaron. A pesar de su deseo de ser amable, Damián seguía mostrando una actitud distante y despectiva. Sin embargo, en sus pensamientos, sus sentimientos eran más complejos.

(¿Por qué me importa tanto Anya? Ella no encaja en mi mundo, pero no puedo dejar de pensar en ella.)

Un día, mientras Anya estaba en la biblioteca estudiando para una prueba, se encontró con Damián, quien también estaba allí para prepararse. A diferencia de las veces anteriores, Damián se acercó a ella con una expresión pensativa.

—¿Estás lista para el examen? —preguntó Damián, tratando de sonar casual.

Anya levantó la vista, sorprendida por su pregunta.

—Sí, estoy revisando algunas cosas. ¿Tú también?

Damián asintió, aunque su mente estaba llena de pensamientos conflictivos.

(Si ella está aquí, probablemente también está preparada. Pero ¿por qué me importa? ¿Qué estoy haciendo?)

Mientras Damián se sentaba en una mesa cercana, Anya continuó estudiando, tratando de concentrarse en la prueba. Aunque no entendía completamente la actitud de Damián, sentía que había algo más en su comportamiento que no podía descifrar.

En las siguientes semanas, la relación entre Anya y Damián comenzó a mostrar signos de cambio. Aunque Damián seguía luchando con sus propios sentimientos, estaba empezando a reconocer que Anya no era una simple plebeya. La complejidad de sus emociones y la realidad de sus pensamientos empezaban a ser más evidentes.

Entre competencias y secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora