Un Beso en la Biblioteca
La biblioteca de la Academia Eden era un refugio de tranquilidad, con largas estanterías llenas de libros y mesas de estudio dispersas por el amplio espacio. La luz suave de las lámparas de lectura y los tonos cálidos de las paredes creaban un ambiente acogedor. En una esquina tranquila, alejada de las mesas principales y rodeada de estantes llenos de textos antiguos, Anya y Damián se encontraban sentados en una mesa grande de madera.
Anya estaba concentrada en su libro de Historia, con las hojas esparcidas frente a ella y un cuaderno lleno de apuntes a su lado. La fracción de luz que se filtraba por la ventana iluminaba su rostro, haciéndola parecer aún más absorta en sus estudios. Damián, por otro lado, estaba trabajando en su cuaderno de Álgebra avanzada, resolviendo ecuaciones con una habilidad que parecía effortless. Sin embargo, su enfoque en las matemáticas pronto comenzó a desvanecerse.
Damián levantó la vista de su cuaderno y comenzó a observar a Anya. Sus labios, que se movían lentamente mientras pronunciaba las palabras del libro en voz baja, captaron toda su atención. No pudo evitar pensar en lo hermosos que eran esos labios, y cómo el breve beso en la obra había dejado un deseo insatisfecho en él. Su cabello, que caía en suaves ondas sobre sus hombros, parecía tan sedoso, y sus ojos, profundos y expresivos, eran una mezcla de ternura e inteligencia.
La visión de Anya en ese momento lo hizo reflexionar sobre lo mucho que la encontraba hermosa. Sin pensarlo dos veces, Damián se acercó un poco más, mirándola con una mezcla de deseo y afecto.
Decidió hablarle en alemán, pensando que Anya no entendería el idioma. —"Ich möchte dich küssen" (Quisiera besarte).
Anya, inmersa en su lectura, no se percató de las palabras de Damián. La risa suave y contenida de él la sacó de su concentración. Levantó la vista, mirando a Damián con una expresión de curiosidad.
—¿Todo está bien? —preguntó Anya, un poco confundida.
—Sí, todo está bien —respondió Damián con una sonrisa, aunque su mente estaba centrada en lo que había dicho en alemán.
Decidió repetir sus palabras en el mismo idioma, con un tono más serio y un brillo travieso en los ojos. —"Ich möchte dich küssen, aber du verstehst mich nicht, wenn ich in dieser Sprache spreche. Also, wenn du mir nicht innerhalb von drei zählen antwortest, werde ich es tun" (Quiero besarte, pero no me entiendes si te hablo en este idioma, así que si no me respondes en tres segundos, lo haré).
Anya, sorprendida, entendió perfectamente lo que Damián había dicho. Su rostro se sonrojó instantáneamente, y aunque estaba asombrada, no sabía qué responder. El corazón le latía con fuerza en el pecho, mientras Damián comenzaba a contar en alemán.
—Eins… zwei… drei… (Uno… dos… tres…)
Sin darle tiempo a reaccionar, Damián se inclinó hacia Anya y le dio un rápido beso en los labios. La sorpresa y el calor del momento hicieron que Anya se quedara paralizada, mientras Damián, con una sonrisa satisfecha, se enderezaba rápidamente.
En ese instante, el timbre de la biblioteca sonó, señalando el final del período de estudio. Ambos se levantaron de inmediato, tratando de esconder la conmoción en sus rostros mientras se dirigían hacia sus respectivas clases, con el corazón aún acelerado por lo que acababa de suceder.
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Entre competencias y secretos
FanfictionBienvenidos a una historia donde el amor y la rivalidad se entrelazan en un juego de emociones intensas, y donde cada movimiento puede cambiar el destino de quienes participan en él. Los personajes no me pertenecen son tomados del manga SPY x Family