Entre competencias y secretos

capitulo 56

Nuevas Clases y Revelaciones

Con el inicio del octavo grado, la Academia Eden se llenó de una energía renovada. Los estudiantes se adaptaban a nuevos desafíos y materias más complejas, y el ambiente estaba cargado de expectativas y nerviosismo. Anya, al igual que sus compañeros, se enfrentaba a la nueva rutina con determinación, aunque con una mezcla de emoción por lo que el año prometía.

Una tarde en la cafetería, Anya estaba sentada con Becky, quien no perdía la oportunidad de hablar sobre el romance y las relaciones. Becky, siempre entusiasta, había tomado un interés especial en la vida amorosa de Anya y le contaba con detalle las historias de amor de las novelas y películas que había visto.

—¡Anya, de verdad tienes que entender cómo funciona el amor! —decía Becky, mientras tomaba un trozo de pastel—. Es algo tan emocionante y complicado. Si encuentras a alguien que te hace sentir especial, ¡deberías aferrarte a eso!

Anya, aunque aún no estaba completamente segura de lo que implicaba el amor, escuchaba con atención. Se había dado cuenta de que, en su vida, el tema del romance estaba comenzando a tomar una mayor relevancia, especialmente desde que empezó a experimentar sentimientos especiales hacia Damián.

Mientras Becky seguía hablando, Damián pasó cerca de la mesa. Al notar a Anya, se detuvo un momento y le dijo en ruso: "Ты сегодня выглядишь прекрасно" (Te ves hermosa hoy). Anya se sonrojó al instante, su corazón latía con más fuerza, pero Becky, inmersa en su relato sobre el amor, no se dio cuenta del comentario de Damián.

Damián, al ver la reacción de Anya, se sintió satisfecho y siguió su camino con una sonrisa en el rostro. Sin embargo, su mente estaba llena de pensamientos sobre ella. Damián había comenzado a sentirse más confiado en sus habilidades y en su rendimiento académico, en parte gracias a los pequeños momentos de cercanía con Anya y a sus palabras de elogio que le hacían sentir especial.

En los pasillos y en los rincones de la escuela, Damián y Anya continuaban compartiendo besos cortos y secretos momentos de intimidad cuando nadie los veía. Cada vez que podían, se acercaban para un rápido beso o un susurro cariñoso. Estos momentos eran breves pero significativos, y ayudaban a fortalecer el vínculo entre ellos.

Una tarde, mientras se preparaban para una carrera en la pista de atletismo, Damián observó a Anya mientras ella salía de los vestidores. Ella tenía el cabello recogido en una coleta alta, y el contraste con su uniforme deportivo le daba un aire fresco y enérgico. Sin pensarlo dos veces, Damián se acercó a ella, le dio un beso rápido en los labios y le dijo, aún en ruso: "Ты выглядишь потрясающе" (Te ves impresionante). Anya, sorprendida y sonrojada, le agradeció con una sonrisa tímida.

Ambos se dirigieron a la pista, donde la carrera estaba a punto de comenzar. Damián, impulsado por la confianza que Anya le brindaba, corrió con una determinación renovada. Mientras él avanzaba, no podía dejar de pensar en la belleza y el impacto de Anya en su vida. La carrera resultó ser un éxito para Damián, quien cruzó la meta en primer lugar, mientras Anya observaba con admiración.

Al final de la competencia, Damián y Anya compartieron una breve conversación y se felicitaron mutuamente. El resultado de la carrera fue una victoria para Damián, pero el verdadero premio era el tiempo que pasaba junto a Anya y los momentos especiales que compartían. La confianza de Damián, inspirada por el apoyo y el cariño de Anya, seguía creciendo, y ambos continuaban explorando la profundidad de sus sentimientos en cada ocasión que tenían para estar juntos.