Capítulo 42

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La Celebración de la Casa Cecil

La competencia entre las casas de la Academia Eden llegó a su fin, y la casa Cecil, aunque no se llevó el primer lugar en todas las disciplinas, tuvo un desempeño destacado en varias áreas. La jornada terminó con una celebración en honor a los logros y esfuerzos de todos los estudiantes, pero el ambiente festivo estaba marcado por una mezcla de alegría y tensión.

La sala de eventos de la academia estaba decorada con banderines y luces, creando un ambiente festivo. Los estudiantes de la casa Cecil se reunieron para celebrar sus victorias y el esfuerzo que habían puesto en la competencia. La música sonaba suavemente de fondo mientras todos disfrutaban de un banquete con una variedad de delicias.

Anya, con su medalla aún colgando de su cuello, se sentía aliviada por el fin de la competencia. Estaba rodeada de sus amigos, Becky, Ewen, y el resto del equipo, celebrando los logros y compartiendo anécdotas de la competencia. La atmósfera estaba llena de risas y conversaciones animadas.

Damián, también presente en la celebración, se mantenía en un grupo con sus amigos de la casa Cecil. Aunque intentaba disfrutar del evento, sus pensamientos seguían regresando a la conversación que había tenido con Anya y Bill. A pesar de que él había tratado de mantener una actitud positiva, no podía evitar sentir cierta incomodidad.

En un momento, mientras Damián se servía un poco de comida, Bill se acercó con una expresión seria. La sonrisa amistosa de Bill había desaparecido, reemplazada por una mirada de descontento.

“Damián,” comenzó Bill con tono firme, “necesito hablar contigo. No me gustó nada cómo interrumpiste la conversación entre Anya y yo.”

Damián levantó una ceja, sorprendido por la confrontación. “¿Oh? ¿Por qué? Solo intentaba darles un poco de espacio.”

Bill lo miró fijamente, sin dejar de expresar su descontento. “No es solo eso. No puedo evitar notar que Anya es muy hermosa, y no aprecio que te interpongas de esa manera. No me gusta ver que alguien como tú interfiera sin motivo.”

Damián sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de Bill. Sabía que sus acciones no habían sido las mejores, pero no esperaba ser confrontado de manera tan directa.

“Lo siento si te ofendí, Bill,” dijo Damián, tratando de mantener la calma. “Solo me preocupaba que Anya pudiera estar incómoda.”

Bill frunció el ceño, pero su tono se suavizó un poco. “No creo que Anya se sienta incómoda por mi presencia. Es una chica admirable, y deberías reconocerlo. Ella tiene una habilidad impresionante y es una persona increíble.”

Damián asintió lentamente, comprendiendo que había algo más en la admiración de Bill que simplemente una observación casual. “Entiendo. A veces la competencia nos lleva a actuar de maneras que no reflejan nuestras verdaderas intenciones.”

Bill asintió, pareciendo satisfecho con la respuesta. “Me alegra escuchar eso. Espero que podamos mantener una actitud más deportiva y respetuosa en el futuro.”

Con eso, Bill se alejó, dejándolo a Damián con sus pensamientos. Mientras la celebración continuaba, Damián observó a Anya desde lejos, notando cómo ella disfrutaba de la compañía de sus amigos y de la celebración.

Anya estaba rodeada de risas y felicitaciones, y aunque no estaba del todo consciente de la conversación entre Damián y Bill, se sentía feliz de compartir el momento con sus amigos. La celebración era un momento para relajarse y disfrutar de los logros alcanzados, y Anya estaba decidida a aprovechar al máximo el tiempo con su equipo.

A medida que la noche avanzaba y la celebración llegaba a su fin, Damián reflexionó sobre la interacción con Bill y sus propios sentimientos hacia Anya. Sabía que la competencia entre ellos no había terminado y que había mucho más por venir. Pero por ahora, estaba dispuesto a dejar de lado las tensiones y disfrutar del éxito compartido con su equipo y sus compañeros.

Entre competencias y secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora