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Capítulo 15. BRATVA II

Ilenko.

—¿Por qué? — La pequeña rubia y delicada con mirada feroz, me cuestiona en busca de una respuesta por mi acciones.

—¿Por qué debo darte explicaciones de mis movimientos o acciones?

—Me secuestraste, por lo menos merezco saber el porqué o alguna otra explicación.

—No, niña. El Boss no da explicaciones a nadie y menos a alguien insignificante como tú

—Sí soy tan insignificante, ¿Por qué me secuestro? Eso significa que de una u otra manera llame su atención.

Maldita, es inteligente.

—Ved'ma, no es momento de hacer un berrinche con tus juegos mentales. —La  observo de manera divertida cuando se mueve incomoda por mi mirada. —Te secuestre, porque me dije a mi mismo que debía darle la bienvenida a la esposa de Antoni mascherano.

Escucho como ella maldice y solo atino a mirarla de arriba a abajo, encontrando otra cualidad por él cual tantos hombres caen sobre ella.

Es pequeña, sus tetas son pequeñas, todo de ella es diminuto, pero, hay algo. Se que hay algo, en ella. A pesar que esta llena de moretones pocos visibles y un yeso en su mano, aun es hermosa la mocosa.

—¿Ya termino? O aun seguirá viéndome como una comida.

—Boris! —Ignoró sus palabras. esa niña es una igualada. Me complace cuando frunce su ceño por ello. Lo noto.

—Boss?

—Lleva a la mocosa a una habitación, que un medico la revise y este pendiente a su recuperación. No la dejen salir por nada del mundo sin esperar una orden de mi parte.

—Usted?! —Ella exclama indignada.

—No quiero problemas, partiremos de Londres en dos semanas. Tratenla bien.

En sus ojos está el odio, cualquiera que me ha mirado así en el pasado no ha visto la luz del sol.

—» Sí intentas escapar, los buenos tratos se acaban y desearas no haberlo echo, así que no gastes mi paciencia o mi buena fe de ayuda con tus mierdas Por lo que no te recomiendo intentar escapar o planear algo contra mi.

—¿Por qué haría algo? Sí, quisiera lo hubiera echo desde que el idiota este me secuestro. —Señala a Boris.

—Cómo te atreves tu, perra...—Gruñe Boris. Le doy una mirada y el se queda callado.

—Basta.

—Tengo una sola pregunta— ella dice con una mirada pícara

—¿Qué es?

—Acaso seré una de sus esclavas? Por qué si es así, le digo que va a perder el tiempo, no me gusta que me ordenen.

—Eres muy flacucha y pequeña, no creo que puedas recibir mi polla.

—No me conoce, Boss. La obsesión de Morgan y Mascherano no se debe solamente a mi cara bonita—se acerca y su rostro está muy cerca al mio. —Se debe a la gran manera que me abro y les succiono la verga y mi boca que los tortura o los premia cuando yo quiera.

Carajo, esta pequeña es una jodida joyita 

Incluso Boris se encuentra sorprendido por sus palabras, hasta excitado como yo me encuentro.

Su jodida actitud solo hace que quiera someterla, hacerla gritar, enseñarle quien manda.

—No eres de mis gustos, me gustan las mujeres grandes en cualquier lado.

MISIÓN 000 LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora