Sombras Bajo Presión

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Sentí la tensión en la sala aumentar al instante. Todos los ojos estaban sobre mí. La incomodidad se apoderó de mí, y la sensación de ser puesto en el centro de atención hizo que un leve calor subiera a mis mejillas. Apreté las manos sobre mis rodillas, tratando de controlar la ansiedad que crecía en mi interior. Podía sentir la mirada insistente de mi tía, la expectativa en los ojos de la directora, y el escrutinio de Kim y Chaewon.

Kim giró la cabeza hacia mí, su expresión mezcla de sorpresa y algo de desconcierto. Chaewon, por otro lado, tenía una mirada de superioridad, como si estuviera seguro de que yo confirmaría su versión de los hechos.

Tomé una respiración profunda, sintiendo cómo el aire se volvía denso en mis pulmones. Era un momento crucial, y mis palabras tendrían peso en cómo se desarrollaría la situación. Pero no podía traicionar lo que sabía que era verdad, ni dejar que Chaewon se saliera con la suya. Miré a la directora, con la determinación comenzando a solidificarse en mi interior.

-No - dije finalmente, mi voz firme a pesar de la presión. - No es verdad. Kim no se ha metido conmigo de la manera en que Chaewon lo ha dicho. Y tampoco es cierto que Chaewon me ha defendido. En realidad, Kim y yo… hemos tenido diferencias, pero no ha sido como Chaewon lo describió.

Kim soltó un pequeño suspiro, de alivio tal vez, mientras su mirada se suavizaba un poco al mirarme. Chaewon, sin embargo, apretó los labios, claramente irritado por mi respuesta. Mi tía frunció el ceño, sorprendida y visiblemente confundida.

-¿Estás diciendo que Chaewon ha mentido?- La directora preguntó, con sus ojos fijos en mí, buscando cualquier indicio de duda.

-Lo que estoy diciendo - respondí, sintiendo un nudo en la garganta, - es que las cosas no son tan simples como parecen. Sí, ha habido problemas, pero Chaewon no es tan inocente como ha querido hacer parecer.

Chaewon me lanzó una mirada asesina, y por un momento pensé que se iba a levantar de su asiento y lanzarse hacia mí. Pero se contuvo, apretando los puños sobre sus rodillas mientras la tensión en la sala se volvía casi palpable.

La directora se inclinó hacia adelante, apoyando sus manos sobre el escritorio mientras nos miraba con seriedad.

-Necesito hablar con Chaewon y sus padres en privado. Les pediré a los padres de Kim, y a este mismo, y a Lee que salgan por un momento.

Asentí en silencio y me levanté de mi asiento, sintiendo la mirada de todos mientras me dirigía hacia la puerta. Abrí la puerta con cuidado y salí primero al pasillo, sintiendo un alivio momentáneo al estar fuera de la tensión sofocante de la oficina.

Pocos segundos después, escuché pasos detrás de mí. Kim salió, cerrando la puerta suavemente tras él. Por un momento, simplemente permaneció en silencio, con una expresión que no era la habitual en él. Había algo en su mirada, una mezcla de agotamiento y gratitud que nunca antes había visto.

Se detuvo a mi lado, y antes de que pudiera continuar, puso una mano en mi hombro, deteniéndome.

-Lee, - dijo en voz baja, su tono más serio de lo habitual. - Gracias… por lo que dijiste ahí dentro. No tenías que hacerlo.

Lo miré de reojo, sorprendido por la sinceridad en su voz. Kim, el chico que siempre parecía estar bromeando y no tomaba nada en serio, ahora estaba siendo genuino. No era algo que esperaba ver, y mucho menos escuchar. Su expresión, normalmente despreocupada, ahora mostraba una seriedad que rara vez mostraba.

Asentí, manteniendo mi respuesta simple. -Solo dije la verdad.

Kim sonrió levemente, pero era una sonrisa diferente, menos sarcástica y más genuina.

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