Love of My Life

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Las fiestas decembrinas ya habían llegado a su fin, y con ello, vuelto la normalidad en las actividades escolares y laborales.

Dos semanas habían pasado desde el inicio del año, dos semanas desde que la boda que todos esperaban con ansias, quedara cancelada oficialmente, y la pareja separada.

— ¿Cómo sigue Def?- Preguntó Kardia a Asmita, una vez el rubio se acercó a él.

— Igual que desde ese día.- Suspiró el rubio.- He tratado de hablar con él, pero siempre evade el tema.

Desde que Sísifo decidió finalizar el compromiso y la relación, sin dar una mínima mirada hacia atrás, Defteros había terminado por refugiarse en el trabajo y sus amigos.

Había retomado su costumbre de llevar y recoger a Asmita de la escuela a diario, así como pedir horas extras o trabajo para llevar a casa, o aceptar las invitaciones de los padres de Asmita o el padre de Manigoldo a cenar, incluso ofrecerse como chaperón para acompañar a Shion, Tokusa o Yuzuriha a donde quisieran ir...

Cualquier cosa que le permitiera evadir a Sísifo y lo mantuviera lo suficientemente ocupado como para evadir el dolor de su ruptura, así como a Aspros, parecía serle válida.

— Sísifo no le dió ni siquiera oportunidad de una última disculpa.- Rememoró con pesar aquel detalle.- No puedo creer que de verdad hayan terminado. Se amaban como locos.

— Nadie puede creerlo, amor.- Admitió el Omega, abrazándose a sí mismo.- Aunque esto no fue culpa solo de Defteros, o de Aspros... Yo también la tuve.

Kardia notó de inmediato el pesar en los azulados ojos de Asmita, y de inmediato reaccionó abrazándolo, para después besar su frente.

— Hey, Def solo hizo lo que cualquier hermano haría: proteger a los suyos.- Respondió el mayor.- Tú lograste cambiar y estoy seguro de que todo terminará bien.

— Sísifo no quiere escuchar a nadie, está demasiado herido y molesto... Y no lo culpo. Defteros lo dejó de lado muchas veces por ir a salvar mi pellejo.

— Vuelvan o no, Defteros ha demostrado ser un hombre fuerte, valiente y noble.- Replicó el Alpha.- Quizás le duela los primeros meses, pero eventualmente lo superará. No te aflijas, cariño.

— Aún así, nada pierdo con hacer un último intento, ¿no?- Sonrió sutilmente el blondo.

— Por esa sonrisa, es seguro que ya tienes un plan en mente, ¿no?

— Sí, pero voy a necesitar de tu ayuda.

— Cuenta conmigo para lo que sea.

Contemplar la sonrisa confiada de Kardia lograba transmitirle una inmensa confianza e infundirle valor a cualquiera, y Asmita no era una excepción.

Bastaba observar la curvatura en los labios y el brillo de determinación en los ojos de ese hijo de Ares para saberse apoyado y recuperar la fé en sí mismo. Definitivamente, Kardia se había convertido en su refugio y su impulso, y sin dudarlo, procedió a explicarle su plan.

No obstante, y sin ser consciente de ello, alguien más también comenzaba a orquestar su propio plan para volver a unir a los dos amantes separados.

El jóven sobrino de Sísifo llevaba todo ese tiempo observando el comportamiento de su tío. Era muy obvio cuánto extrañaba a Defteros, cuánto le dolía la ruptura, pero también lo orgulloso que estaba siendo...

Había intentado seguir el consejo de Hasgard, y no juzgar ni ser tan duro con las decisiones de los demás. Pero nadie parecía tener la más mínima intención de hacer algo por ayudar a esos dos.

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