10. La despedida.

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—¿Podrías salir ya?—escucho la voz de Giovanni afuera de mi habitación.

—Me siento como una tonta—admito.

—Dejame ver—pide.

—¿Me prometes que no te vas a burlar?...

—Lo prometo.

Abro la puerta y lo veo.

El sonríe al verme.

—Pero si estás guapísima.

Esta vestido con un pantalón negro y una camisa blanca de botones.

—¿Por que tú puedes vestir normal y yo tengo que usar esto?—lo miro.

—Es que yo no soy la novia—se excusa.

Me doy vuelta para mirarme de nuevo al espejo.

Tengo un mini vestido blanco lleno de brillitos, y una diadema que dice "Bride" y además tiene un mini velo incorporado.

Me siento tan tonta.

En mi vida imagine estar vestida así, y menos para una despedida de soltera.

Volteo a ver a Giovanni con los brazos cruzados y el sonríe.

No ha dejado de mirarme.

—Te ves muy bien Bettina—me toma la mano—Pero si no te sientes cómoda está bien.

Suspiro.

—Vamos antes de que me arrepienta—el sonríe enorme.

Vamos a ir afuera.

No sé cómo me deje convencer de esto.

Me subo al auto, hoy Gio no maneja, seremos llevados por su chófer y nos acompañan sus guardaespaldas en el auto de atrás.

Son más de las 21.00

—¿A donde vamos?—pregunto.

Miro al hombre a mi lado mientras el auto se mueve camino a la ciudad.

—Ya verás...

No me adelanta nada.

—¿Qué se hace en una despedida de soltero?—nunca he estado en una.

—Básicamente el objetivo es tener una última gran noche en la que se supone que se cometerán algunos excesos que no están permitidos en la vida matrimonial.

—¿Excesos?—lo miro incrédula.

Es imposible que haya dicho esa estupidez.

—Es simple, vamos a ir a bailar, a emborracharnos y a crear momentos para recordar.

—¿Y eso no está permitido en la vida matrimonial?—me burlo.

Se ríe.

—Bettina no lo arruines por favor, merecemos una buena noche—me pide—Solo por hoy olvídate que esto es en contra de nuestra voluntad y finge que somos amigos, o que te caigo bien al menos.

—Puedo fingir que me caes bien—bromeo.

—Ahora que lo pienso tu tampoco me caes tan mal.

El auto se detiene.

Algo ronda por mi cabeza y creo que tengo que decírselo.

—Gio—me mira y sonríe, creo que es la primera vez que lo llamo asi porque quiero y no para guardar una apariencia—Tengo que decirte algo.

—Te escucho—habla cerquita de mi, mirándome con esos ojos azules.

—Nunca me he emborrachado—el sonríe al oírme.

El Cartel de Luna 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora