El Cartel de Luna 🌙

20. Las flores 💐

Bajo del auto intentando procesar lo que ha pasado.

Camino hacia la casa en silencio, tengo que hablar con Giovanni pero no sé que decirle.

Abro la puerta y me llevo la mano a la boca en sorpresa.

¿Que es esto?.

Toda la casa está llena de flores, pero cuando digo toda la casa, es literalmente toda, todas las flores son blancas, es un espectáculo, hay velas y globos también, flotando en el aíre.

Quiero llorar de lo hermoso que es.

¿En que momento entraron tanta flores a la casa? Esto no estaba así cuando me fui está mañana.

Hay un camino por el cual se puede atravesar el mar de flores, están en todos lados y el olor es espectacular, veo una pequeña nota en uno de las flores.

"Congratulazioni, mia ballerina".
—GZ

En que momento Giovanni hizo todo esto.

Me parece tan hermoso, nada sutil, pero completamente hermoso.

Necesito hablar con Giovanni, camino con cuidado de no dañar las flores y subo al piso de arriba.

Me sorprende ver la puerta de la habitación de Gio cerrada. Siempre que está allí la puerta está abierta.

Yo me acerco y toco la puerta.

No quiero discutir con Giovanni, no me gusta sentir que está enojado conmigo, y menos cuando he visto todo lo que ha hecho para hacer de este día algo especial.

—Gio—toco la puerta de nuevo—Giovanni.

Abro la puerta y me doy cuenta de que no hay nadie en la habitación.

Voy a buscarle bajo las escaleras y supongo que está en su oficina pues veo la luz encendida bajo la puerta.

Toco la puerta solo una vez.

—Dejame solo por favor—escucho su voz desde adentro enseguida.

—Necesito tu ayuda—le hablo a través de la puerta.

Es lo primero que se me ocurre, sé que no me dejará solo si sabe que necesito de su ayuda, sé que está mal engañarle pero necesito verlo.

No pasa ni un minuto cuando la puerta se abre mostrándome al hombre.

Giovanni me mira desde su altura muy superior a la mía, aún vestido como un ángel, su cara bien afeitada, sus mejillas están sonrojadas del enojo o la vergüenza.

—¿Que necesitas?—su voz se ve afectada por todo lo que ha sucedido y aún así me sorprende que ningún momento me ha gritado, o me ha tratado mal.

Giovanni jamás me ha faltado el respeto.

—Ayudame con mi vestido—susurro.

—Lo haré—suspira—Y por favor tu olvida todo lo que te dije recién.

Yo asiento, me doy vuelta para que el pueda quitarme el vestido, pero el ni siquiera me toca.

—No tiene cierre Bettina—lo escucho hablar detrás de mi.

Me giro sobre mis pies y me mira con un poco de molestia, lo he engañado.

—Lo sé, solo necesitaba una excusa—subo mis manos por su pecho hasta dejarlas sobre sus hombros—Lo siento Giovanni.

—Te dije que no quería hablar—se queda inmóvil, solo habla pero no se mueve ni un centímetro.

Sus ojos azules hoy se ven más azules que nunca y estoy tan cerca que alcanzo a ver destellos verdes cerca de sus pupilas.