16. 3AM

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—Bettina, te estoy hablando—Giovanni insiste al ver que no hay respuestas de mi parte.

Y es que tampoco sé que decir.

Estoy tan enojada con Elbert, solo Dios sabe lo mucho que me ha enojado que no haya podido seguir una simple orden.

—Elbert ¿Que haces aquí?—le pregunto al rubio—¿En cuántos problemas más quieres meterme?

El levanta la mirada hacia mi, está avergonzado.

No voy a darme por enterada de que estaba aquí, si Giovanni se da cuenta  que yo sabía que Elbert estaba aquí, y peor aún, que yo misma lo estaba ayudando a esconderse, esto se va a volver un desastre.

—Solo quería hablar con usted señora Zannier—habla en voz baja.

Agradezco que no haya dicho una estupidez y que me hable con respeto frente a Giovanni.

—Ayer deje todo muy claro, no tengo nada más que hablar—intento no ser tan dura pero es que estoy tan enojada—Quiero que recojas tus cosas ya mismo y te vayas.

—Ya oyeron a mi esposa—Giovanni, interviene—Hassan, acompaña a Elbert a recoger sus cosas y asegúrate de que abandone el lugar hoy mismo.

Hassan asiente y con Lucca y Elbert se van por la puerta trasera.

Siento una mezcla entre tristeza y rabia, pero a la vez estoy aliviada, pudo ser mucho peor.

—Dime la verdad ¿Sabías que el estaba aquí?—Giovanni me habla sacandome de mis pensamientos.

—Yo...—estoy a punto de mentir.

—Piensa bien lo que vas a decirme—me interrumpe—Y procura decirme la verdad, que cuando vea las cámaras de seguridad voy a saber si me estás mintiendo o no.

Suspiro.

No tiene sentido mentirle.

—Si lo sabía—admito y veo algo de decepción en su rostro—Le pedí que se marchara, te juro que no paso nada más que eso.

—¿Te besó?—yo niego—¿Te tocó?.

Niego de nuevo.

—Solo hablamos, le pedí que se fuera a casa, te prometo que no paso nada más, no te dije para no molestarte.

—Gracias por no mentirme—Giovanni se da la media vuelta y se va.

Mierda.

Me voy detrás de él.

—Giovanni por favor—le llamo—Por favor no te molestes.

Odio verlo así, odio sentir que está molesto conmigo.

Cada vez que veo esa cara de decepción en su rostro me siento muy mal, y no sé por qué me siento así.

No debería importarme, pero me importa.

—No estoy molesto Bettina—habla, pero su voz lo delata, está enojado.

—Claro que estás enojado—me acerco más él.

—No estoy enojado contigo—camina hacia su habitación.

Instintivamente lo sigo.

—Gio, mirame por favor—el se gira hacia mi.—No te molestes conmigo por favor.

Y veo esa mirada, esa cara, esos ojos azules, él se acerca a mi.

—Ni siquiera puedo enojarme contigo, sé que lo quieres y que solo estás tratando de protegerlo, no puedo culparte por eso—me mira—Pero a él si, tu amiguito a violado dos de mis reglas, ha entrado a mi casa lo cual esta prohibido y aun mas importante ha besado a mi mujer—suspiro—¿Cómo quieres que esté?

El Cartel de Luna 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora