El Cartel de Luna 🌙

22. El Brindis 🥂

Giovanni me abre la puerta del auto, hemos llegado a la casa de la montaña.

Ya hay varios autos, así que supongo que hemos sido los últimos en llegar.

Le tomo la mano a mi esposo y salgo del auto con su ayuda.

Find me ha dado un vestido color vino y unos tacones que parecen de cristal, mi cabello color miel está lacio y un collar de diamantes que pesa muchísimo en mi cuello.

Giovanni me mira con una sonrisa.

—Sei bellissima mia piccolina—susurra para mí.

—¿Ah si?—me hago la desentendida.

—Si—susurra contra mis labios pintados de color vino—Eres la criatura más hermosa que han visto mis ojos.

Me sonroja y me sube la autoestima.

Pero el no sé queda atrás, completamente vestido de negro, hasta su camisa y su corbata son negras a juego con su traje, está bien peinado pero un mechón de su cabello negro se escapa de su frente haciendole ver aun mas atractivo de lo que ya es.

Me toma de la mano y me lleva hacia la puerta principal.

Sutton, Luca y Hassan se quedan afuera.

Entramos y el ambiente no es como me imaginé que sería.

Al menos no es como la última vez que estuve aquí, no hay música, no hay personas, no está la enorme mesa de la vez pasada.

Entro de la mano de Giovanni y me sorprende el silencio que hay.

Esto no es una celebración.

Estrella aparece frente a nosotros vestida de blanco, un vestido que le hace toda la justicia del mundo, es hermosa, parece sacada de una portada de Vogue.

—Gio—le sonríe a Giovanni de una manera coqueta, los ojos le brillan al verlo, ella de verdad está enamorada de él.

Pero mi esposo pasa de ella sin siquiera mirarla, como si no existiera.

Me lleva caminando hacia donde están el resto de las personas.

Esto parece más un funeral que una celebración.

Giuseppe sentado en un sofá de piel al lado de Mirla, y el hermano de Estrella en la otra esquina, con una señora que supongo es la madre reno, y el señor Sven está en al fondo del enorme salón con mi padre y un señor que desconozco supongo que es el papá de los renos de Frozen.

Todo el ambiente es tenso, la única que parece feliz por lo que está pasando es Estrella.

Efectivamente éramos los que faltaban por llegar, pues todos al vernos se ponen de pie.

Giovanni no suelta mi mano en ningún momento y eso me da valor.

—Bueno, Giovanni y Bettina ya están aquí—Gian Marco habla la vernos—Creo que podemos empezar.

Mi padre se acerca a mi y me da un beso en la frente.

—Hola tesoro—me saluda.

—Hola Pá—yo lo rodeo con uno de mis brazos pues mi otra mano está siendo tomada por Giovanni.

Me hace tan feliz ver a papá, el me abraza con ambos brazos.

—Beth, a penas termine la cena te vas—me susurra al oido—Ni se te ocurra quedarte aquí.

Yo no respondo nada, es que me ha dejado en shock.

Se separa de mi y saluda a Gio.

—Quiero a Beth fuera de todo esto—le habla bajito a Gio, pero alcanzó a escucharle.