Spanktember 2024

Día 2: No more, please! [TXT]

A Yeonjun en general no le gustaba castigar a los miembros. Aunque solía regañarlos bastante y se molestaba con facilidad, castigarlos era un asunto distinto. Una cosa era ver sus caras tristes o levemente asustadas cuando los regañaba, y otra muy diferente era escucharlos llorar, gritar y suplicar cuando los estaba castigando.

Si fuera por él no daría ningún castigo en absoluto y dejaría ir a los menores con un simple regaño y en el peor de los casos un tiempo en la esquina. Pero si llegaba a hacer eso Soobin lo mataría, y odiaba un poco más recibir un castigo que tener que darlo.

Esta vez no solo le tocaba castigar a alguien porque la ofensa había sido contra él, le tocaba castigar a Beomgyu. Él sabía lo difícil que le resultaba a Yeonjun castigarlos y se aprovechaba descaradamente de eso. El menor había decidido que era buena idea robarle dinero a Yeonjun para comprar un videojuego, pero no se molestó en intentar ocultar el hecho, así que no pasó más de media hora cuando Yeonjun notó un movimiento en su cuenta que no recordaba haber hecho.

Hacía ese tipo de cosas con Yeonjun y no con Soobin porque el castigo no sería tan difícil de ese modo. Yeonjun se detendría cuando le suplicara un poco así el castigo acabara de empezar, a veces si actuaba bien podía generarle tanto pesar incluso antes de iniciar y no obtendría ningún castigo.

Esta vez no luchó cuando el mayor le pidió que se recostara sobre su regazo, muy en el fondo sabía que lo que hizo no estuvo bien y que ya de por sí era muy difícil para Yeonjun hacer eso, así que no le complicaría tanto las cosas desde el comienzo. El castigo comenzó suave como de costumbre, el mayor tenía tanto miedo de lastimarlos que siempre se terminaba conteniendo demasiado.

Durante el castigo Yeonjun se concentró más en regañarlo que en las nalgadas, después de todo era lo que se le daba mejor. Por lo que el dolor fue creciendo muy lentamente, tomándose su tiempo para llegar a ser incluso perceptible. Cuando se acercaron al punto en que el dolor crecería lo suficiente para ser incómodo, pero todavía lejos de ser difícil de soportar, Beomgyu empezó su actuación.

Al comienzo solo soltó pequeños quejidos, se aseguró de que fueran apenas lo suficientemente fuertes para que el mayor pudiera escucharlos. Luego fue aumentando el volumen y trató de que sonaran más desesperados. Hacía las cosas de forma gradual para que no pareciera sospechoso, de ese modo llegó al punto donde lloraba, gritaba un montón de ‘lo siento’, y le suplicaba a Yeonjun que se detuviera.

– Hyung, no más. Por favor no más. Prometo que nunca lo volveré a hacer ¡Lo siento! ¡Por favor para! Te lo suplico. Duele demasiado.

Cuando eso sucedía, Yeonjun trataba de asegurarle que se terminaría pronto y le pedía que se calmara, pero siempre terminaba cediendo y finalizaba mucho antes de lo que se suponía. Esta vez no fue la excepción, Beomgyu solo necesitó gritar un par de veces más para que se detuviera.

– Está bien, Beomgyu. Ya se acabó, tranquilo.

Beomgyu fingió durante un rato que estaba demasiado adolorido para levantarse, después se puso de pie, todavía llorando, y abrazó al mayor.

– Lo siento mucho, hyung  No lo volveré a hacer.

– Está bien, ya pasó. – Yeonjun le aseguró con cariño.

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Aunque la mayoría de las veces que le hacía eso a Yeonjun lo terminaban atrapando y recibía un castigo de verdad, esta vez en serio pensó que se saldría con la suya. Yeonjun no le comentó nada a Soobin y ninguno de los maknaes sabía lo que había pasado, así que estaba confiado de que podía olvidarse del asunto.

Por eso se asustó cuando Soobin entró molesto a su habitación, trayendo a Yeonjun de la oreja.

– ¿Qué pasó, hyung?