Spanktember 2024

Día 17: Teacher / Student [TREASURE]

Haruto vio con pereza y, aunque no lo aceptaba, también un poco de miedo a su profesor. Sabía que él mismo se había buscado lo que estaba punto de ocurrir, pero seguía sintiéndose molesto al respecto ¿Cómo sus padres podían permitir algo así?

Llevaba unos buenos 10 minutos con el profesor mirándolo sin decir nada, y después de que sucediera el castigo, pasaría otra buena hora sentado en esa horrible silla de madera haciendo un absurdo taller. En serio odiaba la detención.

— Póngase en posición. — El profesor Kanemoto le dijo con seriedad, él solía ser bastante amable y paciente, pero cuando le tocaba dar un castigo se lo tomaba en serio

Obedeció rodando los ojos. Era absurdo que las escuelas siguieran usando los castigos físicos, estaban en el siglo veintiuno por dios. Se apoyó en el escritorio del salón y esperó.

— Debe respetar a sus profesores, Watanabe. Por su propio bien será mejor que nunca vuelva a hablarle a nadie del modo en que lo hizo. — Lo regañó dando el primer golpe.

Haruto cerró los ojos por el dolor. Ya estaba acostumbrado a estar en esa posición y recibir una tunda con una paleta de cuero, pero seguía doliendo tanto como la primera vez.

Los siguientes dos golpes llegaron un justo después del otro y le robaron un quejido, en serio dolía.

— AHH. — Gritó con el cuarto, se mordió el labio para poder guardar silencio.

El quinto y el sexto hicieron que se eetorciera un poco, pero guardó silencio.

— Ya perdí la cuenta de todas las veces que ha terminado en detención este mes, Watanabe. Espero una mejora en su comportamiento de ahora en adelante.

Haruto lo maldijo en su mente cuando llegó el séptimo golpe, ese había dolido incluso más que los otros y el siguiente fue igual de horrible.

Cuando sintió un par de lágrimas correr por sus mejillas y como se empezaba a formar un nudo en se garganta, los próximos y últimos dos golpes llegaron, poniéndole fin al castigo.

Por un momento no se movió, tratando de contener el sollozo que amenazaba con escapar de su garganta. Tomó grandes respiraciones tratando de calmarse y solo se paró cuando estuvo seguro de que no empezaría a llorar.

— Siéntese y responda el taller. Sabe que si no termina antes de que se acabe el tiempo recibirá un castigo adicional. — El profesor le indicó de inmediato. — Mirarme mal no va a cbiar las cosas, Watanabe.

— Mirarlo lindo tampoco, profesor. — Le respondió con fastidio y se sentó en la maldita silla a contestar el maldito taller sobre quien sabe qué.

— Acaba de recibir un castigo por ser irrespetuoso, Watanabe. No creo que quiera otro justo después.

No respondió, porque sabía que cualquier cosa que saliera de su boca le proporcionaría exactamente ese otro castigo.