Esta es una historia sobre 2 Soberanos que pasaron un infierno en vida, sus nombres eran Maximilian Yagami y Carmilla Carmine, Maximilian Yagami quien fue un Yakuza en el siglo XVlll, sufrió demasiado por culpa de una mala elección que acabaría co...
Mientras que Maximilian estaba terminando de hacer las entregas junto a Odette y Clara, Carmilla estaría a punto de hacer su última entrega del día junto al dragón mascota del Yagami.
Momentos después, la traficante de armas y el dragón Baltazar llegaron al último destino de entrega.
Baltazar: *Rugido* Ya llegamos Señorita, yo estaré cerca, así que descuide.
Carmilla: Claro, igual si pasa algo yo puedo sola - diría mientras bajaba del lomo de Baltazar y se dirigía a un gran edificio que había cerca, mientras que el dragón emprendía vuelo para poder vigilar el área, a lo que la Soberana Traficante entraría.
Baltazar: *huelo el peligro, está cerca, lo sé* - exclamaba en su mente mientras comenzaba a fijarse en el último piso de aquel edificio.
Ya en el edificio, Carmilla entraría a un ascensor y presionaría el botón del último piso, y momentos después llegaría a aquel piso y luego se dirigiría a una oficina a lo que tocaría la puerta y luego pasaría, y cuando entro a aquella oficina pudo ver a un demonio algo regordete sentado en una silla de escritorio.
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???: Así que ya está aquí, bueno, supongo que ya tiene mi pedido verdad?
Carmilla: Así es *sacaría un maletín y lo abriría revelando unas pistolas duales* - espero que tenga lista la paga.
En ese momento la Carmine se daría cuenta que el hombre que estaba sentado chasquearía los dedos y de las sombras de la oficina comenzaron a salir varios demonios rodeándola.
???: Aquí está tu paga preciosa, jajaja - exclamaría mientras reía y bebía algo de vino.
Carmilla: Hum, que predecibles son, bueno caballeros, están seguros de continuar con esto, ya que si es así no me contendré.
???: Muchachos acábenla, luego me divertiré con ella jajaja.
En eso los demonios comenzaron a arremeter contra la Carmine, pero esta simplemente esquivaba sus golpes con algo de facilidad pero luego se hartaría y comenzó a atacarlos con sus tacones matando a varios en el proceso, pero luego llegaron más soldados para atacarla y en un momento uno de ellos estaría por atacar a la Carmine por la espalda y esta ya se lo esperaba a lo que estaría por esquivar el golpe pero en eso todos escucharon el rugido de un dragón y de un momento a otro, aquel dragón caería en picada hacia la oficina y cuando estaba enfrente de todos los presentes, tanto los soldados como su jefe comenzaron a temblar de miedo.
Jefe de soldados: Que...qué es esa co...cosa... - titubearía el jefe de los soldados ya que estaba con mucho miedo.
Y sin decir alguna palabra, aquel dragón tomaría aire y luego escupiría una gran ráfaga de fuego, incinerando a todos a excepción de la Carmine y luego tomaría al jefe de aquellos soldados y lo pondría frente a Carmilla.
Baltazar: Es todo suyo señorita Carmine.
Jefe de soldados: Espera, ¿este dragón acaso te pertenece?, ja, veo que la traficante de armas necesita ayuda, no que eras tan fuerte, jaja...ahhh - diría con tono de burla pero luego sentiría un gran dolor ya que Baltazar le clavaría sus uñas en todo la espalda - po...Porfavor, no me mates, te daré tu dinero, lo juro.
