Capítulo 9

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Era el día de la carrera así que antes de ir al garage de Toro Rosa llamó a su padre Christian quien no tardó en contestarle.

— Papá ¿Puedes hacerme un favor?

"Claro bebé, dime ¿En qué puedo ayudarte?

— Averigua cuál fue el recorrido de Sergio en Arabia Saudita.

"¿Ya sabes quién es la alfa? Me parece que es la hija mayor de los Piquet"

— Si, ya me dijo como pasaron las cosas pero quiero comprobarlo por mí mismo, consigue esas grabaciones y me la envías cuánto antes.

"Está bien cariño mientras tanto no seas tan duro con él, se notaba muy triste"

— Yo sé — Suspiró y luego colgó.

Después hizo otra llamada pues quería demostrarle su amor a su omega solo como él sabía hacerlo, cuando terminó de dar indicaciones fue al garage de Toro Rosa sentándose en un lugar cómodo para ver la carrera, en la clasificación su omega había quedado en posición cinco porque se tardaron en cambiarle los neumáticos algo que enojó un poco al piloto.

Cada vez que veía a Sergio en ese monoplaza se ponía nervioso, corría a una velocidad que si algo fallaba podría hasta terminar muerto pero no le hacía saber sus miedos, era su sueño estar ahí y no iba a ser un obstáculo porque cuando se casó con ese lindo pecoso sabía que tenía sueños y metas muy aparte de su matrimonio.

Escuchaba al ingeniero hablar y comunicarse, al parecer todo iba bien así que respiro un poco más tranquilo y sonrió cuando la cámara lo enfocó.

Esa parte le parecía un poco divertida puesto que las Wag aveces se juntaban a tomar té y ya había sido invitado pero claramente no iría, sería el único alfa entre varias omegas lo cual no le parecía correcto además evitaba cualquier tipo de rumor.

Fue un poco estresante ver cómo Lando trataba de sacar una y otra vez a Sergio de la pista ¿Por qué no estaba siendo penalizado? Se sabía que había preferencias pero tan descaradamente era algo que no imaginó.

Pero fue gratificante ver cómo su omega llegaba a la bandera a cuadros como líder de la carrera, mierda, estaba tan feliz por él y en la escudería se compartía ese sentimiento.

Estuvo en primera fila al momento de la premiación, le sonrió al menor cuando este lo miró y le lanzó un beso justo como lo hizo en su primera victoria acto que le pareció tan ridículo al británico porque pensó que Max duraría más tiempo sin querer ver a Sergio.

Abrió sus brazos para recibirlo.

— Felicidades, lo hiciste bien — Colocó sus manos en la cintura ajena.

— Gracias Maxie — Podía percibir el olor de su alfa más claro, más grueso de lo usual así que lo miró directamente a sus ojos— Estás a nada de entrar en celo ¿Verdad? — Sus ojos vidriosos lo delataban.

— Supongo — Apretó su cintura acercándolo un poco más— Tenemos que volver a casa y no acepto un no por respuesta — Susurró.

— ¿Crees poder soportar? — Conocía perfectamente a su esposo en ese estado.

— Lo haré, posiblemente mañana empieza de verdad.

— Vamos a casa entonces.

Aunque moría de ganas por llevárselo en ese mismo instante dejó que Sergio se tome el tiempo de celebrar su victoria con su escudería, no era el momento adecuado pero se sentía demasiado caliente y estaba haciendo un gran esfuerzo para no dejar que su juicio se nuble.

Fue al baño para lavarse la cara y cuando salió estaba Lando esperándolo.

— ¿Por qué estás a su lado de nuevo? Nunca aprendes Max.

DULCE OMEGA (CHESTAPPEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora