DULCE OMEGA (CHESTAPPEN)

Capítulo 23

¿Se acuerdan del miedo que le tenemos s la fiestas realizadas después de las carreras? Bueno...

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Los rayos del sol se colaban por los ventanales de vidrio del hotel llegando directamente al rostro de ambas personas que dormían abrazados uno al otro, la noche anterior había sido brutal tanto así que se podría decir que nisiquiera recordaban como habían llegado al lugar donde se estaban alojando pero de todas formas llegaron además alguien más dormía en el piso de la habitación.

El primero en despertar fue Sergio mirando rápidamente a la persona que estaba junto a él suspirando de alivio cuando vio que era su esposo entonces procedió a sentarse mirando alrededor dándose cuenta que Charles dormía en una posición muy incómoda así que se levantó para moverlo despacio provocando que el omega ojiverde abriera los ojos levantándose casi en automático haciendo que su cabeza chocará contra el rostro del bajito que soltó un sonido de dolor.

— Ay perdón — Susurró apenas— ¿Como llegué aquí?

— Me pregunto lo mismo porque la verdad solo puedo recordar el inicio de la fiesta pero después todo está borroso — Sobó su mejilla— Tienes algunas marcas en el cuello ¿Por qué?

— ¿Marcas? — Llevó su mano a su cuello— Préstame tu baño.

— Ve a arreglarte porque despertaré a Max, volveremos dentro de media hora a Mónaco ¿Quieres qué te llevemos?

— Se los agradecería — Fue al baño rápidamente.

El bajito volvió hasta la cama para despertar a Max que parecía estar en un profundo sueño pero abrió los ojos cuando sintió un tremendo jalón de orejas porque no había forma de que se levantara con movimientos suaves.

— ¡Auch! Amor que te pasa — Se estiró tratando de botar la pereza— Me duele la cabeza muy feo.

— Tenemos que arribar en media hora cariño así que levántate — Buscó en una maleta pequeña pastillas para el dolor de cabeza— Tomate esto — Se lo entregó junto a una botella de agua.

— Gracias — Se lo tomó de inmediato— Me daré un baño rápido después entras tú porque eres el que más se demora.

— Es muy temprano para que me andes tirando tu odio — Se cruzó de brazos— Apúrate señor Verstappen.

La risa de Max se escuchó en la habitación porque le causaba gracia esa palabra y más si venía de su lindo omega.

— Ya voy mi amor, ya voy.

En la puerta del baño se encontraron Max con Charles, el primero lo miró con dudas porque no entendía que hacía ahí aunque no le molestaba solo que era muy raro pero no le tomó tanta importancia entrando para asearse rápido.

Mientras tanto Sergio se encargó de arreglar sus cosas así como también buscó la ropa que vestiría, terminó escogiendo algo muy simple porque de todas formas solo estaba volviendo a casa además no tenía tantas ganas de existir en ese momento ya que aún podía sentir cierto grado de alcohol en su cuerpo que no era tanto pero ahí estaba.

Miró su teléfono revisando los mensajes que su suegro le envió donde le decía que Pozole estaba bien entonces dirigió su atención a Charles quien se había sentado en la cama con un semblante triste mezclado con preocupación.

— ¿Te sientes bien?

— La verdad no porque siento que algo pasó pero no sé que — Suspiró buscando su teléfono en sus bolsillos— ¿Tienes alguna idea de con quién yo estaba?