Capítulo 14

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Lo primero que vio Nico al abrir su puerta fue un puño que impactó contra su rostro que lo hizo desequilibrarse yéndose para atrás, al ver quién estaba frente a él sonrió con sorna porque era la primera vez que veía a Sergio tan enojado además el olor lo delataba por completo.

— ¿Qué carajos te pasa?

— ¿Como se atreven? — Avanzó hacia Nico— Eres imbécil o te haces.

— ¿De qué hablas hermoso? — Retrocedió porque sabía que podría golpearlo en cualquier momento, todavía le dolía el puñetazo— No estoy entendiendo.

— Hazte el que no, de verdad no quería tener razones para que me caigas mal pero no estás colaborando, dime ¿Quién dejó esa bebida en el garage? — Estaba tan enojado que no podía dimensionar en nivel de peligro que estaba corriendo— ¡Dime!

— Oh, hablas de eso — Olisqueó el lugar— ¿Ya está haciendo efecto o por qué vienes a buscarme?

— Si, claro que está haciendo efecto.

— Es una lástima que Verstappen no haya dejado su marca pero le tengo que agradecer ¿Cierto? — Lo tomó del cuello y se inclinó para mirarlo — ¿Deberíamos jugar un poco no crees? — Estaba a solo unos centímetros de esa boca que tanto había soñado con besar.

Entonces el omega sonrió para luego meterle un cabezazo, después lo pateó donde más le dolía empujándolo hacia la pared, el alfa hizo un sonido ahogado arrodillándose en el suelo por el dolor que estaba sintiendo.

— Claro que vamos a jugar — Se inclinó tomándole el rostro con fuerza— Pero con mis reglas, alfa estúpido crees que puedes llegar al nivel de mi esposo pero ni en tus sueños podrás hacerlo.

— Perra cazafortunas.

— Tranquilo, no robaré lo poco que tienes — Golpeó su cabeza contra la pared— Responde ¿Quién mierda dejó esa asquerosidad ahí?

— Fui yo — Relamió sus labios— Solo estaba recibiendo órdenes de Lando.

— Y tú como su perro faldero le hiciste caso, que mal Nico ¿Pensabas que podías marcarme a base de un juego sucio?

— No pienso, lo haré — Lo tomó del cuello y lo tumbó al suelo apretando un poco— Tienes fuerza, no puedo negar que te subestime demasiado pero sigues siendo un omega, una puta ramera que le abrió las piernas al primer millonario con el que se topó. No eres diferente a nadie Sergio, todos aquí pagan con algo y tú lo hiciste a con tu cuerpo.

Se inclinó lamiendo su cuello, tan limpio y sin una marca que dijera que le pertenece a alguien, el omega pataleó pero lo apretó contra el suelo.

— ¿No puedes respirar? Es una lástima.

Dejó salir sus colmillos pero antes de que pudiera hacer algún otro movimiento fue empujado como si nada hacia la pared, entonces Max se inclinó hacia esa escoria que se hacía llamar alfa.

— Vas a lamentar cada segundo haber tocado a mi omega.

El alfa dominante se dejó ver, sus ojos ámbar con los colmillos sobresaliendo dejando salir ese olor tan grueso y fuerte, lo molió a golpes a puro puño limpio haciendo que el otro alfa le suplique que pare pero Max no estaba para escuchar, no cuando se atrevió a tocar a su lindo omega.

Le terminó desgarrando el cuello con sus colmillos, se acercó a su oído y entonces susurró suavemente.

— Espero que disfrutes de tu carrera mañana porque será la última vez que estés dentro de un monoplaza.

Escupió porque el sabor de la sangre no era agradable, se levantó para voltear a ver a su omega quien lo miraba bastante sorprendido y como no si jamás en la vida lo había visto así.

DULCE OMEGA (CHESTAPPEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora