Capítulo 8: Porque cuando te hundes, nunca vuelves a subir.

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               El sonido de Acacia llorando podía escucharse claramente a través de la puerta cerrada. Aunque sus palabras eran inaudibles a través de la puerta, su voz llena de pesar y arrepentimiento era inconfundible. Junto a ella, se encontraba Vander, escuchando en silencio lo que Acacia estaba diciendo. Su expresión era seria y llena de preocupación, pero no intervino ni habló.

               A medida que los minutos pasaban, Acacia siguió hablando en voz baja, lo suficientemente fuertes como para que se escuchara a través de la puerta pero no para que se pudieran entender las palabras. Su voz estaba llena de emoción, pasando de la tristeza y la culpa al enojo y la frustración, y luego de regreso a la tristeza. Cada palabra sonaba desesperada, atrapada entre las paredes de la habitación.

               Evie estaba sentada al final de la cama en silencio, con la cabeza gacha y los ojos fijos en sus manos, que estaban apretadas contra su regazo. Su expresión era inescrutable, sus emociones ocultas tras un velo de serenidad forzada. Aunque no podía escuchar las palabras de Acacia, podía sentir el dolor y la desesperación, y le dolía saber que su amada estaba sufriendo detrás de la puerta cerrada.

               La repentina llegada de Vi, Mylo, Claggor y Powder hizo que Evie se sobresaltara ligeramente, y miró hacia la puerta con sorpresa y confusión. Podía ver que Vi estaba intentando entrar en la habitación donde se encontraba Acacia, y sentía una punzada preocupación.

               Evie puso una mano el estómago de Vi para detenerla, levantándose de la cama y dando un pequeño paso hacia la puerta. Vi se detuvo ante las palabras de Evie y se volvió hacia ella. Su expresión era una mezcla de urgencia y frustración, y estaba claro que tenía un propósito en mente.

                    —Necesito hablar con ella.—Respondió Vi con firmeza, sin apartar la mirada de la puerta que separaba a Acacia de las demás.

               Evie se mordió el labio, indecisa. Sabía cuánto quería Vi hablar con Acacia, y podía ver la determinación en sus ojos. Pero también sabía que Acacia estaba pasando por un momento difícil, y tal vez no estaba preparada para enfrentarse a nadie, incluyendo a Vi. Siguió tratando de impedir el paso.

                    —¡Y al demonio conmigo! ¡Las flores se venden como pan allá abajo, y a mí que me coma el puto kraken!—Acacia gritó en la habitación.—¡¿Y ella qué mierda ha hecho?!

               El repentino grito de Acacia rompió el silencio en la habitación y resonó a través de la puerta cerrada. Todos los presentes se sobresaltaron un poco ante el tono desesperado y angustiado de su voz. En la habitación, Acacia estaba sollozando y luchando por controlar su voz, pero la frustración y el dolor eran palpables en cada palabra que salía de su boca. Evie se mantuvo firme, plantándose frente a la puerta y bloqueando el camino de Vi. A pesar de que quería respetar el deseo de Acacia de privacidad, también sentía la responsabilidad de protegerla en su estado vulnerable.

                    —Espera.—Señaló Evie, sosteniendo firmemente a Vi por el hombro para impedir que entrara en la habitación.

               Vi podía sentir la frustración burbujeando dentro de ella mientras Evie la detenía desde el interior de la habitación. Su ceño se frunció y sus ojos se entrecerraron por el enojo. Aunque sabía que Evie solo estaba tratando de ayudar, no podía ignorar el impulso de hablar con Acacia en ese momento.—Evie, apártate de mi camino.—Respondió Vi con voz tensa, intentando empujarla a un lado.

               Las palabras de Vi y su intento de empujarla hicieron que Evie se endureciera ligeramente, pero no se movió de su lugar. Su expresión se volvió más determinada, y apretó aún más los dedos en el hombro de Vi. Entonces Vi la empujó con dureza. No fue la mejor reacción, y esto se reflejó en el gesto de Acacia al abrir la puerta. Mal momento para empujar a su novia.

GOLPE AVISA || Vi ° ArcaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora