Final del acto 2: ¿DÓNDE ESTÁ MI AMIGO? ESE QUE CONOZCO DESDE SOLO NIÑOS.

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La visión de Acacia se enfocaba lentamente, sus parpados se sentían pesados mientras intentaba incorporarse en el frío suelo. Su cuerpo se estremecía tras el esfuerzo, con un leve quejido de dolor, podía sentir el calor de su propia sangre y las heridas de la pelea reciente. A su alrededor, la sangre de Grayson y Benzo se mezclaba con la suya en un caos visceral.

               El dolor atravesaba su cuerpo, palpitando con cada latido de su corazón acompasado a su respiración entrecortada. Acercó una mano temblorosa a su herida más profunda, presionando con cuidado y provocando un nuevo gemido de sus labios. Los recuerdos del ataque fluían en su mente, retazos de violencia y adrenalina, pero el propósito de la contienda aún permanecía nebuloso. Intentó incorporarse con más fuerza, la fatiga y el dolor luchando contra su voluntad. Con un esfuerzo supremo, se apoyó en sus brazos esposados y logró sentarse, jadeando con cada movimiento. Su mirada se posó en el charco de sangre que se había formado debajo de ella, sintiéndose cada vez más mareada a medida que la pérdida de sangre le empezaba a pasar factura.

               La voz de Vi llegaba a ella como una señal de alarma, atravesando la bruma de su visión borrosa. Su compañera se abría paso a través del devastado callejón, con el rostro lleno de urgencia y preocupación. Su figura se recortaba contra el smog, y al oír su nombre, Acacia podía sentir la atención de Vi centrada en ella.

                    —No te muevas. Solo... solo recuestate.—La voz de Vi era firme, pero su tono temblaba ligeramente. Sus manos se movieron con cuidado por el cuerpo de Acacia, examinando cada herida mientras buscaba heridas más graves. La ayudó a recostarse contra la pared.—Danilo yo viene, ¿vale? Él te va a estabilizar.

                    —... Estoy bien.—Respondió Acacia con voz débil, aunque su aspecto desmentía las palabras. Luchó para mantener los ojos abiertos, la oscuridad amenazaba con invadirla mientras el dolor se hacía cada vez más presente. Sus manos buscaron la muñeca de Vi, aferrándose a ella como un salvavidas ante la náusea creciente.

               Vi mantuvo su mano en las suyas, sus dedos apretando con suavidad mientras su mirada estudiaba las heridas de Acacia.—No estás bien.—Dijo con voz firme. Sus ojos recorrieron cada herida, midiendo su gravedad.—Necesitas ayuda.

               La mirada de Acacia se cruzó con la de Vi, y en medio del caos y el dolor, podía ver la preocupación y la determinación escrita en el rostro de su compañera. La culpa se mezclaba con la confusión, la pesadez en su pecho aumentando a medida que el pensamiento volvía a fluir dentro de su cabeza.—Hmph...

               Un gran gemido de Acacia se elevó en el aire, un sonido lleno de sufrimiento y vulnerabilidad. Su cuerpo estaba empujado hasta sus límites, el dolor retorciéndose en su interior acompañado del mareo creciente. Vi apretó sus manos con suavidad, mientras su otra mano pasó por el costado de Acacia, cuidando sus heridas.

                    —Tranquila.—Murmuró, intentado ofrecer algún consuelo en medio de la situación.

                    El arrepentimiento y shock detrás de los ojos de Acacia parecían haberla perturbado de sobremanera.

                    —Lo siento tanto...

               La voz de Acacia era apenas un susurro, su mirada se mantenía enfocada en Vi mientras pronunciaba aquellas palabras. El remordimiento era palpable en su tono, las palabras cargadas de arrepentimiento y pesar. Vi se inclinó un poco hacia ella, manteniendo el agarre en sus manos.

                    —No...—Respondió, sacudiendo ligeramente la cabeza.—Estamos en esto juntas, ¿recuerdas? A pesar de todo. Aquí también estamos juntas.—Un silencio breve llenó la habitación, solamente interrumpido por los jadeos de dolor de Acacia y su aliento agitado. El agarre de Vi no titubeó, aún manteniendo un contacto sólido con su acompañante.—No es tu culpa, ¿entendido?—Su tono seguía siendo firme, aunque la preocupación era clara en su expresión.

GOLPE AVISA || Vi ° ArcaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora