Capítulo 5: Bueno, esa es la base de esta montaña en la que vivo.

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El silencio entre nosotras se volvió casi terapéutico, creando un momento en el cual nuestros miedos y preocupaciones parecían desvanecerse, así como la tensión y la frustración que habíamos cargado durante tanto tiempo se iban disipando poco a poco.

               "Tal vez no puedas escuchar, pero puedo asegurarte que tu presencia es el sonido más fuerte para mí. Con sólo tenerte cerca, me siento escuchada".

Acacia e Evie estaban en la popa del barco. Ambas mojadas y riendo. Descalzas.
                    Evie soltaba risitas airosas mientras Acacia le masajeaba los pies y las piernas, disfrutando del contacto y la atención que la otra chica le estaba brindando. Su sonrisa era radiante mientras apoyaba la espalda contra la barandilla del bote, dejando escapar suaves suspiros de felicidad con cada movimiento de los dedos de Acacia.
Acacia reía también cuando Evie soltaba soniditos.

               Al principio, Evie era tan tímida y estaba tan avergonzada de su inhabilidad para hablar, que simplemente reprimía cualquier pequeño ruido que pudiera emitir. Escuchar sus suspiros, leves gruñidos, gemidos, resoplidos... todo era tan lindo para ella. Cada vez que Evie soltaba algún sonido, Acacia rompía a reír con más ganas. La ternura y felicidad de sus risitas llenaban el aire mientras continuaba masajeándole las piernas, disfrutando del momento íntimo y relajante que compartían.

               Acacia la miró y paró, por lo que Evie levantó la mirada hacia ella, con un leve gesto de sorpresa y curiosidad en su expresión. Su sonrisa seguía presente en sus labios, pero era más suave y tranquila en comparación con los últimos minutos. Se veía muy linda. Cabello húmedo, mejillas rojas. Eran tal vez, las nueve de la noche, poco más tarde... o temprano. El tiempo les era irrelevante cuando juntas.

                    —He aprendido algo.

               La declaración de Acacia hizo que Evie arquease una ceja con curiosidad, y ladeó suavemente la cabeza hacia un lado. Su expresión se tornó más intrigada mientras esperaba a que la otra mujer siguiera hablando.

Señas.

                    —Tus ojos son bellos.—dijeron sus manos dudosas. Después de señalar, simplemente las apoyó en la espinilla de Evie y respiró profundo, frunciendo sus labios con timidez.

               Evie se quedó en silencio por un momento, sus ojos se ampliaron un poco mientras procesaba las palabras que Acacia señalaba. Después de un momento, una sonrisa aún más radiante apareció en su rostro, y se incorporó un poco para estar un poco más cerca de ella. Se llevó una mano al corazón, y luego extendió un brazo hacia Acacia, invitándola a acortar la distancia entre ellas. Acacia se derritió ante eso. Se acercó a ella y le dio un abrazo.

               Evie envolvió sus brazos alrededor de Acacia, atrayéndola un poco más cerca mientras la abrazaba. Cerró los ojos y apoyó la mejilla contra su hombro, un ligero suspiro de contentación escapando de sus labios. Percibió claramente la fuerza que emanaba el cuerpo de Acacia, era firme y delgada pero marcada por los músculos que se escondían debajo de su piel. Cada curva y ángulo se sentía suave y definido al tacto, y una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Deslizó las manos ligeramente por la espalda de Acacia, acariciándola suavemente. Después de un momento, se apartó lo justo y necesario para poder mirar a Acacia a los ojos. Evie alzó una mano para acariciar suavemente la mejilla de Acacia, trazando con delicadeza la línea de su mandíbula. Sus movimientos eran suaves y llenos de ternura, como si estuviera tocando algo precioso y frágil.

               La sonrisa de Acacia se ensanchó ante el gesto afectuoso de Evie, y no pudo evitar sentir un pequeño estremecimiento de felicidad. Su mirada se suavizó mientras observaba cómo la chica acariciaba su mejilla, cada movimiento delicado y lleno de ternura. Acercó una mano y la colocó sobre la de Evie, acariciando suavemente con el pulgar su piel. Acacia se recostó un poco más, apoyándose contra la barandilla del bote y atrayendo a Evie hacia sí. Su brazo se deslizó alrededor de la cintura de la chica, atrayéndola aún más cerca y sujetándola con firmeza, pero con suavidad. Su mirada se mantuvo fija en Evie, su sonrisa aún presente en sus labios.

GOLPE AVISA || Vi ° ArcaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora