De vuelta a coger la bicicleta dialogamos entre risas, bajo la luz del sol que poco a poco se pondrá sobre el horizonte de campos de trigo que hay a las afueras del pueblo. Llegamos a ésta y nos sentamos, y sin dificultad tiramos para casa.
Vamos camino a casa, la gran carretera que queda en mitad de la nada, con campos de girasoles a los lados y el sol que al fin se ha acercado a despedirse de la luna, dejando a su paso un prolongado atardecer del que no aparto la mirada. Con sus rayos atizando el cabello y rostro de Catalina, apoya su cabeza sobre mi espalda y contempla mientras tanto el paisaje de flores amarillas. El viento nos da en la cara pero el aire veraniego se mantiene, y deseo con todas mis fuerzas que este momento sea eterno.
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El surrealismo de hablar con una mariposa
Non-FictionCatalina, una mariposa que un día decide convertirse en ser humano, se enamora de Lorenzo, un chico de 16 años. No tardan en darse cuenta de que el amor es mutuo. Al ser una mariposa convertida en ser humano, Catalina no sabe muy bien ciertas cosas...