Charlotte
Voy unos pasos adelante suyo, mientras subimos las escaleras y de la nada siento como su mano sube por mi pierna y se mete por debajo de mi falda, con un brinco y con el corazón latiendo a mil por hora le digo:—¡Adam!, ¿qué crees que haces?
—Estoy tocando tu pierna ¿que no es obvio? tal vez deba ser más evidente—. Agarra mi muñeca y me lleva a una de las habitaciones, me empuja con suavidad y yo caigo sobre la cama, expectante. Se agacha y mete su mano lentamente y con una delicadeza impresionante por debajo de mi falda, tocando el lado externo de mi pierna solo con las yemas de los dedos logra llegar hasta el borde de mis bragas.
—Adam...—susurro, con las mejillas llenas de color y sintiendo el calor por todo el cuerpo.
—¿Qué sucede, nena? ¿acaso quieres que pare?
—Toda la familia está abajo...
Él ignora mi excusa y sigue subiendo hasta mi estomago, me levanta el vestido y me besa el abdomen. Yo tiemblo ante sus labios sobre mi piel, sus besos van subiendo poco a poco hasta llegar a mis pechos, los estruja entre sus grandes manos, y balbucea algo en un tono grave y gutural que no logro entender.
—Adam... Detente—. Replico, aunque no quiero que se detenga.
—Vamos, guapa, no seas tan tímida—Dice en aquel tono grave y seductor, y me derrito.
Sus manos bajan acariciando mi cintura y llegan a mi trasero, lo aprieta con ganas y gruñe besando en medio de mis pechos. Yo me aferro a su cabello, curvando la espalda, con cada centímetro de mi cuerpo lleno de calor.
—¡Charlotte!—Grita mi madre desde el primer piso.
Adam se detiene al instante y me dice:—Ya seguiremos con esto, guapa—. Y desaparece por la puerta. Mi cuerpo sigue ardiendo, me siento de nuevo en el patio y tomó en mis manos el libro que Adam hizo que callera al suelo... Adam... ¿por qué me hizo eso? Idiota, pero no puedo evitar desear más. Quiero que llege más lejos la proxima vez... Quiero que haya una proxima vez.
***
Mamá me llama desde adentro de la casa porque ya van a servir la comida. Algo aturdida por lo que acaba de suceder y entro a la casa, me encuentro con todos riendo y me pregunto si realmente no vieron nada. Me acerco a mamá y ella me entrega un plato lleno de comida. Salgo de nuevo y me siento en el césped, esta vez mirando hacia la puerta y comienzo a comer. Estoy concentrada en eso cuando Anna y el tío Michael salen y se sientan junto a mi.
—Hola—digo tímida y las palabras de Adam resuenan en mi cabeza «Vamos, guapa, no seas tan tímida» decido ignorar esa voz de mi cabeza y trato de centrarme en la conversación que entablaron mis tíos, supongo yo, tratando de hablar conmigo.
—No lo sé. Quizá sea mejor que no la hagamos tan pronto.—dice Anna.
—¿Por qué no?—le contesta el tío Michael extrañado—, mira como se esta divirtiendo toda la familia aquí reunida.
«Si tan solo supiera» dice mi subconsciente.
—Vale, vale—contesta Anna resignada—, el próximo fin de semana será.
—Puedo preguntar de qué hablan—interrumpo dudosa.
—¡Oh! El próximo fin de semana habrá otra reunión para celebrar los cumpleaños de este mes.
— Ya.—digo y lo primero que se me viene a la mente es que podré volver a ver a Adam más pronto de lo que creía.
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Encuentros Prohibidos (Editando)
Teen FictionCharlotte cree en el amor, en las historias de princesas que son rescatadas por el hombre de sus sueños pero un día en una reunión familiar conoce a su querido y atractivo primo, Adam. Quien posee casi todas las características de la ''perfección''...