10. Mía

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Adam.

Recorro su cintura con las manos y ella no me lo impide, interrupo nuestro beso y le aparto el cabello del cuello, y lo beso recorriendolo suavemenete y dejo que sienta mi aliento, ella jadea de placer.

-¿Te gusta?

Jadea de nuevo y asiente, me detengo al instante y ella gimotea.

-Dilo. Quiero oír que lo digas.

Asiente de nuevo y el color de sus mejillas se intencifica aun más.

-Si, Adam, me gusta...-aprienta sus pequeñas manos en el cuello de mi camiseta-..., pero por favor no te detangas.

Sonrío satisfecho y continuo besandola, paso mis labios por su clavicula y gime mi nombre, nunca me había gustado tanto que una chica dijera mi nombre, pero con sus carnosos labios me es inevitable no pensar gurradas solo con verla.

La tengo tan dura que me duele, así que la tomo por las caderas y la apego a mi para que me sienta y para mi sorpresa y placer, ella se apega aun más y se menea, haciendo que me sienta como nunca.

-Guapa... No te detengas...-digo jadeando.

Ella asiente y se menea más rápido. Es una pervertida pero es tímida y eso me encanta. Es sensual a morir y no pienso parar hasta saciar la necesidad que tengo de ella.

Encuentros Prohibidos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora