Encuentros Prohibidos (Editando)

19. Es ella.

Adam.

Un montón de niñas estúpidas se atraviesan en mi camino y pierdo de vista a mi chica, no pudo negar que hice mal, al no haberla llamado en una semana después de nuestro encuentro pero (a pesar de lo que dije) quería olvidarla, y no pude. Me tiene atado. Con sus ojos café, su cabello castaño y rizado,  con cada uno de ses lunares, con su sonrisa pícara, con la forma en la que me mira, por la forma en la que yo la miro, por la forma como me hace ver todo, por como se ve con mi camiseta, por como se ve despeinada, su cuerpo, con su forma coqueta de caminar, la forma en la que menea las caderas, por cada parte de ella, por ella. 

Es ella. 

Además, ahora Amber está enojada conmigo porque hable con otra chica. Bueno, coquetee con esa chica, pero no fue gran cosa. 

Las mujeres son muy paranoicas. 

Y otro punto importante, es que Charlotte, es mucho más..., sexy, que Amber.

Decido enviarle un mensaje para ver en donde se metio y pasar un rato.

Yo: "Oye, ¿Qué harás hoy?"

Char♥:" ¿A ti qué te importa?"

Yo: "Vamos, nena, dejame recompensarte por esta semana y por lo malo que venga"

Char♥: "Ya tengo planes, muy tarde. Otra vez"

Yo: "¿Con quién?"

Char♥: "No te importa."

Yo: "Si que me importa, eres mía"

Char♥: "Yo hubiese podido ser tuya, pero preferiste usarme y dejar de hablar conmigo una semana y como ya estas caliente otra vez y no tienes quien te calme, vuelves a mi. Pero esta vez no voy a caer, Adam, creí que habías cambiado. Pero eres el mismo patán que siempre has sido."

El mensaje me deja sin palabras, tiene razón. Y odio que la tenga. Lo odio. No voy a disculparme, porque sé que no va a perdonarme, y ya no sé qué más hacer porque la historia con ella si es diferente, pero yo soy el mismo idiota de siempre.

Marco su número y mientras escucho su buzón de voz se me rompe el alma:

"Hola, soy Charlotte, deja tu mensaje y te llamare luego." 

-Charlotte..., yo lo siento ¿si?, lamento ser un idiota pero a eso estoy acostumbrado. No quiero perderte, nena, y lo lamento, de verdad...

El buzón corta mi mensaje y comienzo a desesperarme. Soy un idiota y de los grandes.