②⓪

879 72 0
                                    

CESAR PARRA.

Abro mis ojos, percibo un olor a manzana, olor a T/n, tengo mi nariz enterrada en su cabello. Ella duerme aún, me incorporo un poco y quedo mirándola, se ve realmente hermosa, su pelo esparcido por la almohada, los labios entreabiertos, las pestañas le caen como abanicos sobre las mejillas pálidas, y su tez parece inmaculada...acaricio la mejilla con el dedo índice.

- Fuiste mía...y ahora no sé qué haré, no aceptaste ser mi sumisa, y ese es el único estilo de relación que conozco, pero tampoco quiero dejarte ir - susurro y beso sus labios, tengo mucho que pensar, y acostado a su lado no me ayuda mucho pensar con claridad. Será mejor levantarme.

Me visto con ropa para hacer ejercicio, tengo que salir de aquí, pero no quiero dejar sola a la señorita Beltrán, solo iré al gym media hora, aún no amanece del todo, así que no creo que se despierte. Antes de salir, compruebo que T/n, sigue durmiendo.

Salgo de la habitación para ir al gym del hotel, con la música a todo volumen, en mis oídos.

No puedo ofrecerle flores y corazones a la señorita Beltrán, porque no sé cómo hacerlo, pero menos quiero dejarla ir, no después de haberla tenido en mis brazos, fui el primero, y quiero seguir siéndolo ¿Pero cómo? Debo encontrar el modo de tenerla como mi sumisa, pero a la vez hacer las cosas que a ella le gusten. Joder, no tengo ninguna referencia, solo he tenido sumisas, y con T/n, eso no va...

Cuando vuelvo del gym, veo en el salón, hay algunas bolsas de una tienda, seguramente Taylor lo dejó aquí. Echo un vistazo a las bolsas y veo que contienen ropa para T/n, y ropa para mí. Bien, Taylor ha hecho un excelente trabajo.

Antes de ir a la habitación. Examino la carta del servicio de habitaciones y decido pedir el desayuno, anoche T/n no comió nada por lo que imagino, debe estar hambrienta, como no sé qué va a apetecerle, decido pedir todo lo que hay en la carta. Me responden que tardaran media hora, bien...iré a ver a mi chica. Tomo las bolsas que contiene su ropa, y me dirijo a la habitación.

Cuanto entro, no la encuentro por ninguna parte. Entro en pánico de inmediato, antes de gritar veo su ropa tirada en el suelo. El alivio recorre mi cuerpo, no se ha ido aún. La puerta del baño se abre y sale ella con mi camisa, se ve sensacional.

- Buenos días, señorita Beltrán...luce magnífica hoy, ¿Por qué será? - ella se sonroja de inmediato con ese encantador tono rosa.

- Bue...buenos...días - evita mirarme.

- ¿Cómo amaneciste?

- Preocupada por mi padre - dice recogiendo su ropa.

- Llámale al hospital.

- No quiero abusar de tu hospitalidad - me mira con sus ojos increíblemente grandes y castaños, y aunque tiene el pelo todo alborotado, se ve espectacular.

- Por favor, T/n. Después de lo que sucedió entre los dos - ella vuelve sonrojarse.

- Ey - me acerco y la tomo por la barbilla, con mi mano - Somos adultos, no sientas vergüenza - le digo.

- Debo irme - susurra nerviosa.

- Llama al hospital, desayunamos y después vamos al hospital.

- Debes tener cosas más importantes que hacer - me dice.

- Nada es más importante para mí en estos momentos, que estar a tu lado.

- ¿Por qué estás haciendo todo esto? - me pregunta mirándome directamente a los ojos.

- Porque puedo - veo decepción en sus ojos ¿Que quería que le dijera? - ¿Te has duchado? - ella niega - Me gustaría mucho ducharme con usted, pero no tengo condones, y no quiero correrme en tu vientre nuevamente - sus mejillas se tornan más rojas aún.

- Me daré un baño - dice con voz entrecortada y pasa por mi lado.

- Taylor te ha traído esto - le doy la bolsa.

- No puedo aceptarlo.

- No me disgusta, T/n - le digo con tono de voz más dura del que pretendía.

- Vas a pagar la operación de mi padre, no puedo aceptar que pagues por mi ropa - dice abrumada.

- Tómalo como un préstamo, ¿Sí? Y apresúrate en ducharte, van a traer el desayuno.

Resignada, se va al baño, joder, se ve adorable. Sé que ella insistirá en pagar en devolverme cada centavo que estoy gastando. Joder, tengo demasiado dinero ¿Por qué no hacerle un favor? Ella salvó mi vida.

Diez minutos después aparece la señorita Beltrán, con el pelo mojado, lleva una blusa color blanca, jeans de mezclilla, y unos convers blancos y chaqueta color cremita. Wow, se ve hermosísima.

- Estás muy bonita, esa blusa te queda espectacular - y nuevamente se sonroja ¿No sabe aceptar un cumplido? - Traerán el desayuno, ya regreso.

- Está bien...

Termino de ducharme y me visto con una playera blanca y jeans de color negro. Cuando regreso al salón ya han traído el desayuno. T/n está parada al lado de la mesa, mirando la comida.

- ¿Piensas comerte todo esto? - pregunta atónita.

- Lo comeremos los dos.

- ¡¿Qué?! Yo no voy a comer todo esto...es mucho - dice espantada. Mmm, tal vez exagere.

- Comeremos lo que no apetezca. Siéntate.

Ambos nos sentamos en la mesa. T/n se decide por las tortitas, los huevos revueltos y el beicon con sirope de arce.

- ¿Té o café?

- Té - responde.

- Espero que te guste el Twinings English Breakfast.

- ¿Llamaste al hospital?

- Sí, mi padre está estable, no ha mejorado ni ha empeorado...esta noche lo operan del corazón.

- Que bien, estoy seguro de que tu padre va a recuperarse.

- Eso espero, sin él no soy nada - es muy apegada a su padre.

Hemos llegado al hospital, y antes que T/n, vaya a buscar información, alguien lo llama.

- ¡T/n!

- ¡Cornelio! - mierda, ¿Por qué tenía que aparecer?

Él llega rápidamente a T/n y lo abraza. Maldito ¡Sacas tus sucias manos de ella! ¡AHORA!

- Lamento lo ocurrido con Antonio, mi padre me llamo por teléfono, anoche, y vine de inmediato - ¡Ja! ¡Llegue primero que tu idiota!

- Solo espero que esté bien. Lamento no decirte nada...y gracias por estar aquí - le dice ella emocionada. ¡T/n, mírame! ¡No te olvides que estoy aquí!

- Sabes, que ti eres muy importante para mí, si estás bien, yo estoy bien, si estás mal, yo estoy mal... ¿Sabes lo que siento por ti? - ¡EL MALDITO ESTÁ CONFESANDO SU AMOR POR MI T/N!

Él toma el rostro de mi T/n, con sus sucias manos, y olvidándose de todo ¡VA A BESARLA! Pero antes que eso ocurra, tiro rápidamente a T/n, y lo apego a mi cuerpo. ¡Ella es mía idiota! ¡Largo de aquí!

- Señor Parra, no me di cuenta de que usted estaba aquí - gruñe.

- Vine ayer...estoy acompañando a T/n - miro a T/n - ¿Vamos a buscar el doctor que estará a cargo de la operación de tu padre?

- Sí - responde.

- Voy contigo, T/n - ¡Por supuesto que no!

- No lo creo conveniente, señor Vega - tomo de la mano a T/n, veo como Cornelio pone mala cara, el imbécil está furioso. ¡¡Que le den!! Ella es mía.

Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora