Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️

②③

CESAR PARRA.

De regreso a la habitación del hotel, no encuentro a T/n, por ninguna parte. ¿Y si se escapó? Antes de entrar en pánico voy a ver al baño.

La señorita Beltrán, decidió darse un baño, no lo dudo y me desvisto de inmediato.

- Cesar, ¿Qué haces aquí? - pregunta sorprendida, y cubre sus pechos con sus manos.

- ¿Qué crees tú que yo hago? - su mirada se dirige a mi erecto miembro. Abre la boca, y sigue mirando mi erección, luego mira mi cara y se le sonroja las mejillas - Tienes un hermoso cuerpo que es digno de admirar, no te avergüences por favor.

Ella vuelve su atención a mi pene, su rostro es la viva imagen de una virgen escandalizada por lo que está viendo.

- ¿Te gusta? - tomo mi miembro con las manos. Ella asiente - Es la parte más valiosa de mi cuerpo ¿Quieres probarlo? - sus ojos se encuentran con los míos, y a pesar de lo cohibida que debe sentirse claramente, percibo un desafío.

- ¿Quieres...que me lo meta...en la boca? - reprimo mis ganas de reírme.

- Por supuesto...solo si quieres, no estoy obligándote - le digo sincero.

- ¿Y cómo debo hacerlo? - pregunta cohibida...tiene casi veintiseís años, las chicas de su edad son unas expertas y, sin embargo, ella es muy inocente.

- Arrodíllate - digo y cierro el grifo.

T/n, duda por un momento, pero finalmente obedece.

- Dame la mano - me mira el rostro y luego mi pene. Se muerde el labio inferior y luego pasa la lengua por las pequeñas marcas que han dejado sus dientes.

Mi pene reacciona con entusiasmo y se pone más dura aún. Tomo su mano y la llevo a mi pene.

- Agárralo con las dos manos - ella obedece - Mueve tus manos hacia arriba y hacia abajo.

Ella aprieta con fuerzas y empieza mover las manos.

- ¿Así? - susurra tímidamente.

- Oh...si, nena - cierro los ojos, y me rindo a ella.

De repente se la mete en la boca y chupa con fuerza. Su lengua me tortura. ¡Joder! Abro mis ojos, y me encuentro con la mirada oscura y pupilas dilatadas de T/n Beltrán.

- ¡Oh...si nena...chupa! - levanto las caderas y me meto mucho más adentro en su boca. ¿Por qué es tan excitante esto con ella? Joder, me encanta lo que está haciendo.

- ¡Sigue así, nena! ¡No pares! ¡No pares! - mierda. Vuelvo cerrar los ojos, tengo la respiración entre cortada.

- ¡Ah! - gimo...oh, T/n. Me tienes en tus manos.

Entro y salgo de su boca...que placer es el que esta mujer está dándome.

- Detente...si no quieres que me corra en tu boca - susurro sin aliento, pero ella no se detiene.

Abro mis ojos, y veo mi pene desaparecer en la boca de T/n, joder ver hacer lo que me hace me excita muchísimo. Tomo su cabello y empiezo a imprimirle ritmo a su boca, mientras ella se apoya con las manos en mis muslos.

- ¡Ah! - joder...esto es fantástico.

Esto es mucho más que excitante, empujo hasta el fondo de su garganta...joder, estoy perdido...oh sí. Estoy al borde del clímax. Oh si, T/n Beltrán. ¡Joder! Esto es demasiado glorioso.

- ¡T/n! - grito escandalosamente, mientras me corro en su boca. Joder, esto ha sido la mejor mamada que me han hecho. Estoy sin aliento, ella me hizo perder el control, me desarmó por completo.

- ¿Lo habías hecho antes? - di que no, nena. Ella niega con la cabeza, tiene una sonrisa triunfante - Genial...ven, que te debo un orgasmo - la levanto del suelo.

T/N BELTRÁN.

- ¡Ahhh! - gimo, de placer. Cesar, está entrando y saliendo de mí.

Él se mueve muy de prisa hasta el fondo, me embiste una y otra vez, implacable, empuja y vuelve a empujar hasta que vuelvo a estar al borde del abismo.

- ¡Cesar! - grito llegando al orgasmo. Él me embiste dos veces más y creo que llega al clímax.

- ¡Mierda! - grita.

Lo miro y ofuscado sale de mí.

- ¿Qué te ocurre? - le pregunto sin aliento.

- El condón se rompió...pero creo que no se escapó el semen - saca el condón de su ahora flácido pene, le hace un nudo y lo tira al suelo.

Estoy agotada como para decir algo, él se tumba a mi lado, y quedamos frente a frente.

- Creo que hemos mojado la cama - le digo. Él me trajo hasta la cama, después que le hice sexo oral en el baño.

- No importa - responde relajado, nos miramos fijamente a los ojos. ¿Qué estás haciéndome? - me pregunta.

- ¿De qué hablas? - empiezo cerrar los ojos.

- No puedo apartarme de ti - escucho que dice desde lejos...

Abro los ojos ¿Dónde estoy? Así ya recuerdo, estoy en la suite de un hotel, con Cesar Parra. Me incorporo, Cesar, no está por ningún lado.

Me levanto y veo unas bolsas encima del sofá, me acerco y abro las bolsas. Es ropa y deduzco que es para mí.

Me visto con un vestido azul cielo, zapatos a juegos.

Después discutiré con Cesar, por sus regalos, tengo la impresión que estoy pagándole con sexo el hecho que el este ayudándome, y eso me deja un mal sabor en la boca. ¿Dónde estará él? Estoy lista para ir al hospital, tomo el abrigo color negro y me dispongo a salir.

- Señorita Beltrán, ¿Va algún lado? - me pregunta Cesar, entrando a la habitación.

- Iré al hospital, debo saber cómo está mi padre.

- Lo han operado, y están esperando cómo evoluciona.

- ¡¿Qué?! ¿Tú cómo sabes eso?

- He llamado, y me informaron que ya había sido operado. Nena, aunque vayas al hospital, no te dejarán ver a tu padre...deben esperar para ver cómo evoluciona.

- ¿Él está bien? - no puedo evitar preocuparme.

- Si hubiese pasado algo, ya nos habrían informado - se acerca a mí - Tranquila, tu padre estará bien - acaricia mi mejilla con sus dedos.

- Eso espero.

- Relájate...he reservado una habitación para comer solo para los dos, ¿Quieres venir? - él está impecablemente vestido con un traje negro, camisa blanca sin corbata.

- ¿Y si llaman del hospital?

- Tengo mi teléfono - de su bolsillo saca su celular de última generación.

- Está bien... ¿Me veo bien? - no quiero avergonzarlo, con mi vestimenta.

- Nena, estás preciosa...solo quítate el abrigo - me dice despreocupado.

Me quito el abrigo y me sonrojo al darme cuenta la forma como Cesar, me observa.

-Te ves muy hermosa - me dice.

- Gracias - le respondo tímidamente.

- Ven - tiende su mano, y yo lo tomo de inmediato.

Salimos tomado de la mano de la habitación.

- Quiero proponerte algo...espero que digas que sí - me dice cuando estamos parados en frente del ascensor.

- ¿Vas a proponerme ser tu sumisa nuevamente?

- No es eso...ya lo verás - sonríe cómo si estuviera escondiendo un secreto ¿Que será lo que tiene que proponerme?