Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️

④①

T/N BELTRÁN.

- ¿Ese era el último paciente? - me pregunta Kevin, al ver que su último paciente del día se marcha.

- Sí - respondo.

- Entonces ya puedes irte - me dice, mientras mira su reloj.

- ¿Cómo está tu hermana? - hace una semana atrás que mi cuñado murió. Cesar, está tratando que su vida vuelva ser normal, pero los demás Parras, están destrozados.

- Honestamente, la veo triste, pensativa y tengo entendido que ahora deberá hacerse cargo de las deudas que le dejó Christian - me dice Kevin.

- Yo nunca conocí a Christian, por lo tanto, no puedo juzgarlo - no voy a comentarle que él nos persiguió porque pretendía dañar a Cesar.

- A mí me parecía un buen tipo...mujeriego, pero era buena persona, aunque engañó a mi hermana.

- Me imagino lo mal que debe sentirse ella - murmuro.

Tomo mi bolso y mi chaqueta.

- Seguramente...estoy seguro de que entre ella y Christian, quedaron cosas inconclusas.

- Yo ya me voy.

- Gracias, T/n. Y nos vemos mañana - me despido de Kevin, y salgo a la calle.

Ya en la calle, me doy cuenta de que mi marido aún no ha llegado. Pero un auto negro estacionado a unos metros de distancia de donde yo estoy parada llama mi atención. Tiene los vidrios polarizados. Me quedo viéndolo.

Unos minutos después aparece el auto de mi esposo. Él salta fuera del auto una vez que este se estaciona.

- Buenas tardes, nena - dice acercándose a mí.

- Hola, señor Parra - me toma por la cintura con sus brazos y me besa.

- ¿Lista para ir a casa? - susurra contra mis labios.

- Por supuesto.

Entro al auto no sin antes darle una última mirada al auto sospechoso.

Llegamos a casa, deben ser alrededor de las seis de la tarde.

- T/n - dice mi padre. Él está mucho mejor de salud.

- Hola, papi - beso su mejilla.

- ¿Qué tal tu día, mi niña? - me pregunta.

- Bien... ¿Y el tuyo?

- Aburrido - respondo. Él ha aceptado quedarse solo porque yo se lo pedí, pero sé que no es feliz y me hace sentir culpable.

- ¿Sigue con las ganas de volver a Tucson, verdad?

Estamos en el salón, solo él y yo porque mi marido está atendiendo una llamada en su despacho.

- No voy a negarlo...me gustaría mucho volver a mi casa.

- Hagamos algo...como mañana tienes revisión médica, y dependiendo si el doctor dice que estás bien, yo misma te llevo a tu casa en Tucson - mi padre se le ilumina el rostro.

- ¿Enserio, T/n? - asiento.

- Mi niña...te lo agradezco mucho - me abraza.

- ¿Celebramos algo? - interrumpe mi marido.

- No, solo que mi hija me dejará irme a mi casa.

- Solo si el doctor lo autoriza - respondo.

- Señor Beltrán, usted sabe que este lugar es su casa - añade Cesar.

- Gracias, muchacho. Pero ya no quiero seguir abusando de tu buen corazón - responde mi padre y se aparta de mí.

- No está abusando, usted es el padre de mi mujer...por lo tanto, es parte de mi familia - dice Cesar, sincero.