T/N BELTRÁN.
Cesar, sale de la habitación. ¿Qué hablaron? Cuando fui al baño hablaban de pesca.
- T/n - mi padre me ha dicho T/n con voz gruesa, solo cuando está molesto me llamaba así.
- Dime, papá - respondo nerviosa.
- Tu novio ha dicho que te pidió matrimonio - mierda, ¿Cómo pudiste Cesar?
- Eh...sí, pero le dije que lo pensaría - se hace un silencio entre los dos, mientras pienso que decirle.
- Es muy repentino. T/n ¿Acaso estás...?
- No estoy embarazada - lo interrumpo - Lo amo, papá - añado sin disimular la emoción que me embarga en estos momentos.
- Sé que no debo interferir en tu felicidad. Siempre has sido muy juiciosa y nunca te has equivocado, pero casarse es un paso muy importante - me dice.
- Lo sé...por eso lo estoy pensando, pero si de algo estoy segura es que lo amo - le digo sinceramente.
- Y él te ama a ti - me quedo atónita. ¿Acaso se lo dijo?
- ¿Él te lo dijo? - pregunto entusiasmada.
- No - mi ánimo decae de inmediato - Pero no soy tonto, ese hombre está loco por ti. Está perdidamente enamorado de ti, solo que es de los hombres que no está acostumbrado a decirlo - ¡Cesar, me ama! Siento que mi corazón va a estallar de felicidad, aunque hubiera preferido oírlo de la boca de Cesar, decir que me ama.
- ¿Cómo lo supiste? - le pregunto sorprendida
- Porque me di cuenta, cuando habló de ti, le brillan los ojos de amor por ti - no puedo creerlo, quisiera gritar de felicidad. Una enorme sonrisa aparece en mi rostro. ¡Cesar está enamorado de mí!
- ¿Qué te dijo? - estoy muy contenta.
- Que quiere casarse contigo, que le encantas y antes sus ojos no hay mujer más hermosa que tú - oh, lo amo mucho.
- ¿Qué puedo decirte? Amo a ese hombre.
- Lo sé...y si tu decisión es casarte con él, te apoyo.
- Oh, papá - me acerco y me siento en la orilla de la cama para darle un gran abrazo a mi padre - Te amo mucho - le digo. No sé qué sería mi vida sin mi padre.
- La vida es una sola, y hay que saber vivirla - me dice. Eso me recuerda que debo decirle que Cesar, pagó por la cirugía de su corazón. No quiero que haya malos entendidos después.
- Debo decirte algo...pero prométeme que no lo tomarás a mal - le digo apartándome de él.
- ¿Qué ocurre? - frunce el ceño.
- Cesar, pagó para que te puedan operar, yo no sabía qué hacer...estaba desesperada, así que acepté - le digo apresuradamente.
- ¿Y ese muchacho de dónde sacó tanto dinero? - pongo los ojos en blanco. Mi padre no sabe quién es Cesar Parra, espero que no se asuste cuando le diga.
- Lo hablamos después. Ahora descansa para que pronto te den el alta médica - beso su frente - Descansa
- No quiero dormirme, porque van a entrar esas malditas enfermeras y me van a asear. No, no, no...son unas brutas, ni saben tratarme, son muy brusca - Refunfuña. Está molesto porque ayer lo afeitaron y por moverse le hicieron una pequeña herida, pero ni se nota.
- Lo que tú digas, papi - no quiero reírme de lo gruñón que está, porque seguramente me regañaría.
Salgo de la habitación, y me encuentro con Cesar.
- Hola - me dice sonriendo.
- Hola - respondo.
- ¿Todo bien? - pareciera estar ansioso.
- Sí.
- ¿Regresamos al hotel, o nos quedamos aquí? - pregunta
- Tengo hambre - se le oscurece la mirada - Pero de comida - añado.
- ¡A comer entonces!
Hemos vuelto al hotel. Tengo la impresión que Cesar, quiere preguntarme algo, pero no se atreve.
- ¿Qué te dijo tu padre? - me pregunta de repente.
- ¿Sobre qué? - me hago la desentendida.
- Sobre nosotros.
- Pues nada...que cualquier decisión que tome, me apoyará - respondo tratando de sonar despreocupada.
- ¿Y con respecto a mi propuesta, te dijo algo? - por eso está ansioso. Él quiere una respuesta ahora.
- Tengo hambre - desvío su atención.
- Pediré servicio a la habitación. Por ahora te has salvado.
CESAR PARRA.
Hemos comido delicioso. Pero los nervios están matándome, cada vez que le pregunto a T/n, sobre mi propuesta desvía la atención. Ya no aguanto más esta tortura. T/n, debe darme una respuesta ¡Ahora!
- T/n, quiero que seas honesta conmigo - le digo con tono más duro de lo que pretendía.
- ¿Ocurre algo? - ¡¿Que si ocurre algo?! Por supuesto que ocurre algo, y es que necesito una respuesta ¡Ya!
- Quiero una respuesta ahora, ¿La tienes?
- ¿Estás molesto porque no te he respondido? ¿Cuál es el apuro? - se burla.
El apuro es que posiblemente el imbécil de Christian, planea matarme y yo no quiero que vea ni un centavo de mi fortuna. Si aceptas casarte vas a hacer muy rica nena.
- T/n, si tienes una respuesta dímelo, si no vas a matarme de un infarto - la tomo de la cintura y la rodeo con mi brazo - ¿La tienes?
- Mmm...tal vez - rodea mi cuello con los brazos. Me regala una hermosa sonrisa, mientras se muerde el labio.
- No seas malvada, por favor...dímelo - suplico. Estoy nervioso.
- Ok, señor Parra. Acepto su propuesta de casarme contigo - esas palabras bastaron para que quisiera estallar de felicidad. Esas simples palabras significaban un cambio totalmente diferente en mi vida. Aquí y ahora.
- ¿En....enserio? - se me acelera el pulso - ¿Te casarás conmigo? - no me la creo. Ella asiente.
- Dilo.
- Acepto casarme contigo.
Me abalanzo hacia ella, la cojo en volandas y empiezo darle vueltas. No puedo creerlo ¡Aceptó ser mi esposa! T/n, se agarra de mi bíceps y ríe. Qué sonido tan bonito. La dejo en el suelo y tomo su rostro con las manos para darle un beso de agradecimiento.
Mi dulce T/n, abre la boca dándome acceso a su lengua.
- Oh, T/n - musito contra sus labios.
No separamos por falta de aire.
- Pensé que dirías que no - le digo.
- Quiero intentarlo - confiesa y me sonríe. Su respuesta me deja desconcertado.
- Creo que esto hay que celebrarlo, señorita Beltrán - ella esboza una amplia sonrisa - Además has estado mordiendo ese delicioso labio - añado.
No he podido subir capítulos porque he salido muy cansada del trabajo y ni tiempo para subirles. 🥺🥺
Gracias por la compresión
ESTÁS LEYENDO
Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️
ParanormalUna fiesta de máscaras, que lo cambia todo. Una hermosa mujer, que salva a un extraño de ser asesinado. Un hombre inteligente, y mujeriego. Que no sabe quién quiere deshacerse de él. Una amenaza que lo llevará conocer lo que nunca imaginó, y lo que...