Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️

④⑤

T/N BELTRÁN.

Escucho toda la conversación entre Cesar y mi padre, y no puedo evitar emocionarme hasta las lágrimas, si otras fueran las circunstancias, estaría viviendo un verdadero júbilo, pero reconozco lo feliz que me hace escuchar decir a Cesar, que me ama.

De regreso al dormitorio, toco mi vientre.

- Tu padre es un tonto, pero lo amamos, solo necesita tiempo de asimilar que seremos tres - le hablo a mi bebé.

Me acuesto e involuntariamente aparece una sonrisa en mi rostro ¡Me ama! ¡Cesar me ama! Mi corazón está rebosante de alegría, pero también de dolor al recordar su reacción cuando le dije que estaba embarazada.

Me despierto de golpe, me doy cuenta de que Cesar, envuelve mi cuerpo como la seda, con su mata de pelo rebelde sobre mi pecho, una mano sobre mis senos y una pierna echada por encima de mí, sujetándome. Él sigue durmiendo y yo tengo demasiado calor. No me di cuenta cuando vino acostarse aquí.

Con cuidado saco su pierna, pero él abre los ojos confundido. Me mira a mí luego la habitación.

- Buenos días, nena - quisiera sonreírle, pero estoy molesta con él o al menos se lo haré creer que sigo enojada.

- ¿Qué haces aquí? Creí decirte que me alejaría de ti - le digo seriamente.

- Nena, sé que soy un imbécil, pero te amo - una sonrisa aparece en mi rostro y él también sonríe.

- Me parece que es demasiado tarde que vengas a confesarme que amas, yo no...

Soy interrumpida por un apasionado beso por parte de mi marido. Trato de resistirme, pero no puedo y mi cuerpo traicionero reacciona antes sus caricias.

Nos separamos por falta de aire.

- ¡Sal de mi cama! - le digo fingiendo indignación.

- No quiero - gruñe y su mano empieza acariciar mi sexo.

- Voy...a gritar...si no sale de mi cama - digo entre gemidos. Estoy excitada.

- Vas a gritar, pero de placer - susurra en mi oído haciéndome estremecer.

Ambos estamos con ropa, y yo quiero que me desnude ¡Ya!

- Eres un idiota - jadeo.

- Tu idiota - mordisquea mi oreja.

- ¡Ah! - gimo.

Ahora que recuerdo, él estaba dispuesto a que yo lo toque.

Cesar, acaricia mi pezón y todo pensamiento coherente queda olvidado y me abandono al placer.

Abro los ojos parpadeantes y me encuentro con la dulce mirada café de mi marido, y al instante me derrite.

- Hola - susurra sonriente.

- Asaltaste mi cama y me violaste - finjo indignación, y él suelta una carcajada.

- Por lo que recuerdo, señora Parra. Usted no hizo ningún esfuerzo para sacarme de encima de usted, así que no se queje - grrr.

- Imbécil - le doy un golpe en el brazo y me levanto envuelta con la sábana.

- ¿Para qué ocultas tu desnudez? Si ya te he visto...y conozco tu hermoso cuerpo mejor que tú - odio que tenga razón.

- Arrogante! - me voy al baño para darme una ducha.

Antes que cierre la puerta del baño, Cesar ha llegado.

- Me bañaré contigo...así tu padre ahorrará agua - mis ojos no se apartan de su miembro. Se me hace agua, la boca - Veo que quieres más acción - se acerca, me rodea la cintura con el brazo y me besa.