Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️

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CESAR PARRA.

- Ella, despertará cuando tenga que hacerlo - me dice mi madre. Pero yo quiero que mi nena despierte ahora para que vea que estoy bien.

- Me siento culpable, si yo hubiera tenido más cuidado, no me hubieran secuestrado - respondo mirando a mi mujer.

- Nadie sabía que esa rata de la Ibarra, estaba planeando tu secuestro - murmura Ramón.

- Oh por dios - mi madre ahoga un grito con las manos - ¿Cómo es posible?

- ¿Y Kevin lo sabe? Él fue siguiendo a Swayer - susurra Andrea, preocupada.

- Él vio cuando su hermana me apuntaba con un arma, vio como se lo llevó la policía. Tu novio quedó destrozado - le digo a Andrea.

- Oh dios - mi hermana estalla en llantos - Dime que esa maldita no es la culpable de la muerte de Christian - añade.

- ¿Qué? - dice mi madre en un susurro, mientras me mira horrorizada.

Esto es muy difícil para mí. No sé cómo decirles que a Christian, lo mataron y fue esa inmunda.

- Oh, por dios - Ramón está horrorizado al ver que no digo nada - Esa mujer... - se calla.

- Ella, ordenó la muerte de Christian, porque mi hermano descubrió lo que planeaba - digo en un susurro.

- ¡No! - grita Paola y estalla en un desgarrador llanto.

- Mamá - me acerco abrazarla antes que caiga al suelo.

- No...esa mujer me quitó a mi hijo - me duele ver sufrir a mi familia, por culpa de esa perra.

- Mamá - tengo un nudo en la garganta - Tranquila.

Mi prima, mi gemelo, mi hermanita y mi padre lloran abrazados.

Maldita Elizabeth Ibarra, pero yo me encargaré que sufras un infierno en la cárcel, por tu culpa pensé que mi hermano era el responsable de los atentados en mi contra. Ahora ya es tarde, nunca podré pedirle perdón. Pero no es tarde para hacer justicia, y juro por la memoria de mi hermano que esa perra va a pagar cada lágrima que ha derramado mi madre por tu muerte hermano.

- Mi Christian - dice mi madre, mientras llora.

Me duele hasta el alma, ver como llora mi madre. No soporto verla sufrir.

- Mamá... - ¿Qué puedo decirle? Nada de lo que diga calmará su dolor. Dolor que también siento yo.

No sé cuánto tiempo ha pasado, mis padres, mi hermanita, Andrea, Carlos y Lilian, han ido calmando su llanto.

- Cesar - susurra mi madre.

- Dime, mamá.

- ¿Quieres ver a tu hijo?

Me hubiera gustado verlo junto a T/n, pero quiero que mi madre se distraiga.

- ¿Me acompañas?

- Sabes que sí, cariño. ¿Vamos? - ella me regala una sonrisa triste. Su bello rostro está manchado por las lágrimas que derramó, sus ojos están hinchados.

- Vamos - antes de moverme, me abraza.

- Estoy tan feliz que estés aquí - me dice - Recé mucho para que nada malo te suceda, no soportaría perder otro hijo.

- Estoy bien, gracias a mi mujer. Ella me salvó en dos ocasiones - T/n, no solo me salvó de morir, salvó mi vida de las sombras.

- ¿De qué hablas?

- Después te digo. Ahora vamos a ver al bebé.

Después de ponernos el traje, mi madre me ha traído hasta donde están las incubadoras.

- Acércate - me dice mi madre cerca de una incubadora.

Hago lo que mi madre me pide.

- Mira, tu bebé - oh por dios.

Mi ritmo cardiaco empieza acelerarse al ver a un pequeño bebé dentro de una cámara transparente

- Hola, Paul. Mira, tu padre está aquí.

Mis ojos empiezan picar, el nudo en mi garganta no me permite decir nada.

Qué pequeño es. Quisiera tomarlo y abrazarlo para no soltarlo nunca. Mi hijo, mi pequeño bebé. Nunca te dejaré solo

- ¿Él está bien? - susurro. Me aterroriza que le suceda algo malo. No lo soportaría.

- Sí, cariño...

Él tiene los ojitos cerrados. Supongo que duerme.

- ¿Y por qué tiene los ojos cerrados? - quiero asegurarme que duerme

- Está durmiendo. Mira como respira.

Sigo mirando el subir y bajar de su pechito. Quiero tocarlo, tener contacto piel con piel. Es tan abrumador lo que siento que mis lágrimas empiezan correr por mis mejillas.

- Perdóname, bebé. Por la reacción que tuve cuando tu madre me dijo que estaba embarazada - toco la cámara transparente - Pero prometo que te protegeré con mi vida. Tú y tu madre son mi vida.

- Cariño...estás llorando - dice mi madre emocionada.

Los brazos de mi madre me envuelven y yo me aferro a ella. Después de esas horas que estuve secuestrado ver a mi niño, ahora me hacen valorar la vida y las personas que me rodean aún más.

- Te amo mucho, mamá - susurro.

- Cariño, he esperado tantos años para abrazarte así, y oír espontáneamente de tus labios "Te amo, mamá" - responde mi madre y creo que está llorando.

- Lo siento - digo.

- ¿Que sientes, hijo?

- Todos los desplantes, no devolver el amor que me diste...gracias por aceptarme asi como soy, por amarme cuando no lo merecían.

- No digas eso - se aparte de mí, y me mira con sus bellos ojos - Eres mi hijo porque yo te elegí y ahora que eres padre sabrá del amor incondicional que le tenemos a los hijos, no importa cómo se comporten.

- Mamá - la abrazo - Gracias...gracias por todo.

- No, cariño. Gracias a ti por permitirme ser tu madre. Te amo hijo.

- Y yo a ti, mamá.

Una enfermera nos pide que ya debemos abandonar la habitación.

- Volveré mi bebé, y lo haré acompañado de tu madre. Lo prometo - le digo a mi hijo.

Espero que T/n, no se sienta mal porque nuestro pequeño tendrá que pasar seis semanas aquí, no estábamos preparados para esto. Pero nuestro príncipe es fuerte y estoy seguro de que saldremos fortalecido de todo esto.

Regreso a la habitación donde está mi nena. Mi madre y mi padre se fueron a tomar un café, Andrea fue a ver a Kevin.

- ¿Cómo está mi esposa? - le pregunto a la enfermera.

- Está despertando.

Rápidamente, me acerco a la orilla de la cama.

Mi T/n, abre y cierra los ojos.

- ¡Cesar! - chilla al verme - Dime que no es una ilusión, dime que eres real.

- Son tan real como el amor que siento por ti - tomo su mano y lo beso repetidas veces. Mi nena ha despertado. ¡Por fin!

T/n, empieza llorar.

- Tuve tanto miedo...pensé que no te volvería a ver - susurra.

- Estoy aquí gracias a ti - me siento en la orilla de la cama, y me inclino para besar sus labios - Te amo, mi amor - beso una y otra vez sus deliciosos labios.

- Perdóname...no pude cuidar a nuestro bebé...perdón.

- Ey, nuestro hijo está bien...él es tenaz como tú - le digo.

- ¿Lo viste? - asiento.

- Es hermoso como tú - beso la frente de mi mujer - Todo estará bien. Lo prometo.