𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 17 ࣪𓏲ּ ᥫ᭡ ₊ ⊹ ˑ ִ ֶ 𓂃
Nini y Mei se encontraban en la cocina, entremezclando los ingredientes para hornear unas galletitas. La mezcla de harina, azúcar y mantequilla se arremolinaba en el cuenco mientras Mei agitaba con energía. El sol entraba suavemente por la ventana, iluminando la encimera llena de utensilios y recipientes, mientras el aroma dulce comenzaba a invadir la habitación.
—Así que, ¿cómo te sientes al respecto? —preguntó Mei, lanzándole una mirada significativa a Nini mientras trabajaba con la masa—. Digo, lo del picnic y todo eso. Kenma no es el tipo de chico que haga algo así por nada.
Nini, enfocada en agregar las chispas de chocolate a la mezcla, alzó la vista con una pequeña sonrisa.
—No sé... suena lindo, ¿no? Me dijo que quería que pasáramos un rato juntos, algo tranquilo después de todo lo que ha pasado.
—Lindo —repitió Mei, alargando la palabra con una sonrisa pícara—. Oh, por favor, Nini. ¿No te das cuenta de lo que está pasando aquí? Kenma te está preparando para el momento. ¡Al fin te va a pedir para ser novios!
Nini soltó una risa nerviosa, mezclando la masa un poco más rápido.
—¿No crees que te estás adelantando un poco? Kenma no es exactamente el tipo de persona que hace algo tan obvio. Siempre es tan... reservado. Además, si quisiera pedirme para ser su novia, lo hubiera hecho ya, ¿no?
Mei negó con la cabeza, rodando los ojos dramáticamente mientras formaba pequeñas bolitas con la masa.
—Eso es porque no entiendes cómo funciona su mente. Mira, Kenma es un chico complicado, pero ya lleva mucho tiempo contigo. Lo del picnic es la excusa perfecta. Quiero decir, ¿quién hace un picnic si no tiene intenciones serias?
Nini no pudo evitar sonreír ante la insistencia de Mei, aunque en el fondo sabía que algo más rondaba por su mente. Mientras colocaban las bolitas de masa en la bandeja, un pensamiento oscuro volvió a instalarse en su cabeza.
—Sí, puede ser... pero, ¿sabes qué? —Nini dejó de formar las galletitas y la miró a los ojos—. No he podido dejar de pensar en lo que me dijiste antes, sobre esa chica que lo denunció.
Mei levantó la vista, deteniéndose por un momento en su tarea, el ambiente en la cocina cambió de inmediato.
—¿Todavía estás pensando en eso? Nini, te dije que no es algo en lo que deberías preocuparte tanto. Además, esa historia quedó en la nada. Si fuera verdad, hubiera salido a la luz.
—Lo sé, lo sé, pero no puedo dejar de darle vueltas —admitió Nini, cruzando los brazos mientras se apoyaba contra la encimera—. Es que Kenma siempre ha sido tan bueno conmigo, pero ese rumor me tiene inquieta. ¿Y si hay algo que no sé?
Mei se encogió de hombros, haciendo una mueca mientras colocaba la bandeja en el horno.
—Nini, nadie es perfecto. Puede que haya sido un malentendido o simplemente una exageración. Los chicos como Kenma, que son famosos, siempre tienen ese tipo de historias a su alrededor. Pero si realmente te preocupa, ¿por qué no se lo preguntas?
—No puedo simplemente preguntarle algo así —respondió Nini rápidamente—. Sería extraño, y además, ¿qué pasa si es verdad? ¿Y si estaba observando a esa chica?
Mei se giró para enfrentarla, dejando de lado su tono ligero por un momento.
—Mira, si Kenma tiene un pasado oscuro, lo sabrás eventualmente. No puedes estar con alguien sin conocer todas sus facetas. Pero también debes confiar en lo que has visto hasta ahora. Él siempre ha sido bueno contigo, y eso es lo que importa. Además —añadió con una sonrisa traviesa—, si lo enfrentas ahora, podrías arruinar el gran momento. ¿Qué tal si te pide para ser su novia durante el picnic? ¡Sería un desastre!
Nini soltó una risa ligera, aunque no del todo convencida.
—Lo del picnic no significa que vaya a pedírmelo, Mei.
—Claro que sí, Nini —respondió Mei con seguridad, volviendo a su actitud despreocupada—. Te lo estoy diciendo. Este chico está loco por ti, y hoy lo sabrás.
Nini sonrió de nuevo, volviendo su atención al horno mientras observaban cómo las galletitas comenzaban a dorarse.
—Bueno, si eso pasa, te daré la razón. Pero si no, tendrás que hornear las próximas galletas tú sola —bromeó Nini.
Mei la miró con falsa indignación.
—Trato hecho, pero eso no va a pasar. Lo sentirás en el aire cuando Kenma saque el anillo... o bueno, al menos cuando lo insinúe.
Mientras las dos reían, la cocina se llenó del aroma a galletas recién horneadas. El ambiente cálido y familiar ayudaba a disipar las preocupaciones de Nini, pero en el fondo, el tema de la denuncia seguía revoloteando en su mente. ¿Qué haría si descubriera algo más oscuro sobre Kenma? ¿Podría confrontarlo, o simplemente dejaría que las cosas siguieran su curso?
Mei pareció captar el ligero cambio en su expresión y se acercó, colocando una mano sobre su hombro.
—Oye, Nini, si Kenma realmente tiene algo que esconder, lo enfrentarás cuando sea el momento adecuado. Pero ahora... solo disfruta el picnic, ¿sí? No te llenes la cabeza con cosas que no puedes controlar todavía.
Nini asintió, agradecida por el consejo, aunque todavía sentía esa sensación incómoda en su estómago. Sabía que Mei tenía razón en parte, pero algo le decía que, tarde o temprano, tendría que enfrentar la verdad, ya fuera buena o mala.
Cuando el horno sonó, ambas se apresuraron a sacar las galletas, el dulce aroma llenando la habitación por completo.
—Bueno, al menos tenemos un buen postre para el día de hoy —dijo Nini, sonriendo mientras las colocaba en un plato.
Mei rió.
—Y si todo sale bien, mañana estarás ocupada haciendo algo más que comer galletas, te lo aseguro. ¡Prepárate para tu gran momento, Nini!
Mientras se reían y preparaban el resto de las cosas, Nini no podía dejar de pensar en cómo sería en unas horas. ¿Kenma realmente iba a pedirle ser su novia?Y más importante aún, ¿qué haría si el pasado del que Mei le habló resultaba ser más oscuro de lo que imaginaba?
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Prisión de almas ➝ Kenma / Haikyuu
Fanfiction❥ Nini, la empleada de una cafetería, se ve atrapada en una situación inesperada cuando Kenma, un streamer famoso con una obsesión peligrosa, la secuestra. Mientras enfrenta esta inquietante realidad, una conexión inesperada comienza a florecer entr...