Los días pasaron, no sabía nada de Rindou y tampoco me interesaba era lo mejor para no deprimirme.Era un fin de semana, me estaba arreglando para ir al gimnasio hace mucho no iba y estos días había estado comiendo con abril sin fondo.
Me puse la sudadera encima del top, amarre de cabello en una coleta hacia atrás tome mis audios y mi celular.Al terminar de arreglarme salí de mi habitación poniéndome los audífonos,bajé las escaleras dirigiendo a la puerta.
— ¡Mamá iré al gimnasio! — Grite abriendo la puerta de la casa.
Salí de mi casa caminando hacia el gimnasio mientras chateaba a con Emma la cual me invitaba a pasar la tarde e en su casa.
Al llegar al gimnasio empecé a estirar, caminé hacia la caminadora parándome en está encendido la a un nivel bajo.
Me quité la sudadera y subí el nivel empezando a correr, estaba concentrada corriendo cuando mi vista recorre el gimnasio captando la presencia de Rindou y asumí muy acaramelados haciendo ejercicio, apague la maquina y me quedé en shock viéndolos sentí como algo en mi se quebró.
Estos estaban acompañados de Kakucho el cual se mantenía al margen de ellos, miraba como estaban pegados aunque me dolía el trato ya había terminado.
Deje se verlos y me dirigí alas mancuernas tomado dos del mismo peso, quería llorar pero me aguanté ya decía porque estaba tan distante, por fin consiguió su objetivo el cual era salir con asumí, yo fui la tonta que pensó en algo más.
Volví a ver hacía donde estaban los chicos y a un chico rubio levantando pesas en el banco de pesas, estaba cargando mucho peso, puede notar que ya no aguantaba más, por lo que dejé las pesas en su lugar y me acerqué al chico.
Narradora :
Cuando te acercaste a ayudar al chico pudiste sentir la mirada se asumí en ti, sin duda te odiaba pero eso no te importaba.
Tomaste la barra de la pesa ayudándolo a subirla y que no se lastimara, una vez la barra estuvo estable te quitaste los audífonos y le pasaste una botella de agua al chico.
— Ten más cuidado, podrías lastimarte— dijiste amigable.
— eres la chica sexy de la otra vez, no pensé volverte a ver — dijo el chico dando un sorbo de la botella de agua.
— ¿chica sexy? —preguntaste confundida con una ceja alzada.
— Si, desde que te vi lo pensé —Habló el chico rubio de ojos verdes — por cierto, te ves linda.
— Gracias Liam, pero no es para tanto estoy sudada como puedo parecerte linda —me Cruze se brazos viéndolo levantarse.
— cundo ya eres linda siempre lo serás de cualquier forma—hablo coqueto.