Estaba en un restaurante junto a ichiko, nos poníamos al día de las cosas que pasaron en todos estos años, ichiko trabajaba en un bufete de abogados tenía una vida muy exitosa financieramente.— Que lindo anillo — Dije viendo el anillo en sus dedos — ¿Te vas a casar?
— No claro que no, primero que me atropelle un camión antes de casarme — respondió viendo el anillo en sus dedos — es una herencia familiar o algo así, ¿y tú? ¿Ya te casaste con Rindou?
— Entiendo...y pues...yo aún no me caso con Rindou —tome mi vaso de jugo dándole un sorbo.
— se a tardado en pedirte matrimonio, cuando te fuiste él no volvió a ser el mismo, de pasar a ser un completo mujeriego fiestero a ser un completo antipático con las chicas rechazaba de la peor manera a las chicas — soltó un suspiro pesado tomando se su copa.
— ¿enserio? —dejé el vaso en la mesa—hace unos meses pensaba que probablemente ya tenía familia y hijos —dije sorprendida tomando el tenedor y dando un bocado de mi pasta.
— Para nada, no te lo negaré, cuando tuvo su nuevo físico tuvo una que otra aventura pero no duraban más que un mes — dejó la copa en la mesa y empezó a comer su pasta.
— ¿Aventuras? —Pregunté alzando una ceja— ¿Que tipo de aventuras?
— Ya sabes, mujeres guapas tras el tuvo varias aventuras pero de todas sus aventuras solo conocí a una en una fiesta de inauguración.
— ¿Ah si? ¿Y te cayó bien? ¿Como se llamaba? —pregunté celosa sin poder creerlo.
— La chica era muy amable, no recuerdo cómo se llamaba pero era muy intensa tenía cabello castaño y piel muy pálida— soltó un suspiro pesado sacando su monedero— ¿Te parece si pagamos y nos vamos?
— Claro no te preocupes yo voy a pagar —le hice una seña al mesero y en cuestión de segundos ya había pagado con mi tarjeta sin usar la de Rindou.
Nos levantamos de la mesa y seguimos platicando de cosas triviales, sin duda la compañía de ichiko me hacía falta.
Esta me acompañó a recepción en la cual recogí la tarjeta de la habitación, subimos al ascensor subiendo al piso ocho, al abrirse las puertas os despedíos cada quien entró a su habitación.
Al entrar a la habitación ya estaba mi maleta y la de rindou no les presté atención y saqué mi celular de la cartera encima de mi maleta.
Me recosté en la gran cama tapándome con las cobijas blancas, me di cuenta que tenía mensajes de mi mamá, no tarde en responderle y platicar un poco con ella por chat.
Deje mi celular a un lado cuando mire a Rindou entrar a la habitación quitándose la corbata, se veía un poco cansado.
— ¿Con quién chateas? — pregunto dejándose caer a mi lado.
— Con el otro —respondí burlona viendo como su mirada se oscurecía— es broma habló con mi madre.
— ¿Ah, si? ¿Y mi suegra ya sabe que volví a ser su yerno? — Dijo burlón a lo que le di un codazo — ay...grosera.
— aún no lo sabe y tampoco se que pensará — Dije pensativa tomado mi celular chateando con esta — Sería raro que después de mucho tiempo le digas suegra.
— No será raro, casi todo el tiempo le digo suegra — río y abrí los ojos sorprendida— al principio se enojaba pero ahora ya se acostumbró.
— Porque eres tan confianzudo — le di un zape haciéndolo quejarse del dolor— como le dices así a mi mamá .
