La noche de la fiesta de máscaras finalmente había llegado, y la emoción se podía sentir en el aire. El lugar estaba decorado con luces brillantes y telas doradas que caían del techo, creando un ambiente elegante y misterioso. La música retumbaba por todo el salón, y los invitados, con sus disfraces y máscaras, bailaban y disfrutaban de la velada.
Rebecca y Andrew, quienes siempre tenían una conexión especial como amigos, se encontraban juntos cerca de la mesa de ponche. Ambos llevaban máscaras que complementaban sus atuendos a la perfección. Rebecca lucía un vestido plateado brillante y una máscara negra que resaltaba sus ojos, mientras que Andrew llevaba un traje elegante con detalles en dorado, combinando con una máscara negra que le daba un aire intrigante.
-¡No puedo creer que estemos aquí!-exclamó Rebecca mientras bebía un sorbo de ponche-parece sacado de una película.
Andrew asintió, aunque estaba distraído. Miraba de reojo a la multitud, buscando entre las máscaras una cara familiar, o tal vez una presencia que no podía quitarse de la cabeza: Rex.
-Sí...-respondió Andrew, con una sonrisa que no ocultaba su confusión interna-Todo esto es increíble, pero algo me tiene un poco... descolocado.
Rebecca arqueó una ceja, divertida.
-¿Rex, cierto?
Andrew soltó una carcajada, nervioso, y se encogió de hombros.
-Tal vez...
Por otro lado del salón, Millie se había reunido con Edward, el cual, con su máscara de lobo, le daba un toque misterioso y encantador. Ella se sentía cómoda y segura a su lado, como si todo lo que había temido sobre su relación se hubiera desvanecido.
-Me alegra mucho que hayamos venido juntos-le susurró Edward al oído mientras la abrazaba por la cintura, sus palabras suaves y dulces llenando de calidez el corazón de Millie.
-A mí también-respondió la conejita, sonrojada, sintiendo que esta noche algo especial estaba en el aire.
Mientras tanto, Rodney, con su máscara de venado dorada, estaba hablando con Amanda, quien lucía más radiante que nunca en su vestido de terciopelo negro y máscara plateada que le cubría solo la mitad del rostro. Amanda estaba especialmente encantadora esa noche, y su actitud había cambiado desde los incidentes pasados.
-Gracias por invitarme a la fiesta-dijo Rodney, intentando mantenerse relajado en medio de la conversación.
-Sabía que podías ayudarme a animar la noche-respondió Amanda con una sonrisa seductora, sus ojos brillando detrás de la máscara-¡Espero que la estés pasando bien!.
Rodney asintió, aunque no podía evitar sentir un leve nerviosismo en el fondo. Había algo en Amanda que lo mantenía alerta.
Por otro lado, en una habitación más privada de la casa, Joy y Ned habían decidido tomar un descanso de la multitud. La pareja llevaba tiempo sintiéndose más cercanos, y esta noche parecía ser la perfecta para dar un paso más en su relación. En la intimidad de la habitación, ambos se miraban a los ojos, con sonrisas cómplices, sus corazones latiendo al unísono. Se besaban apasionadamente, como si el mundo se hubiera detenido solo para ellos.
-Te quiero mucho, Ned-dijo Joy, con la respiración entrecortada y las mejillas sonrojadas.
Ned, con una mirada llena de ternura y devoción, le respondió:
-Yo también te quiero, Joy. Estoy seguro de que estamos listos para dar este paso juntos.
La tensión de la fiesta seguía en aumento, pero de una manera emocionante y llena de posibilidades para cada uno de los amigos.
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"Rebeldes sin Causa"
Fiksi PenggemarViaja a principios de la década de los 2000 junto con las irreverentes y curiosas aventuras de 6 amigos que podrán tener personalidades muy diferentes, pero al final del día siempre encontrarán la manera de salir adelante juntos. Cada uno de ellos...