Capitulo 22: El partido amistoso

2 0 0
                                    

Al día siguiente, Andrew estaba en casa, ayudando a sus padres, Theodor Park y Kimberly Norwest, con algunos preparativos de su trabajo como periodistas. El bullicio de la casa era evidente, con ambos padres revisando documentos, cargando cámaras y asegurando todos los detalles necesarios para su próximo viaje. Andrew, un perrito anaranjado con mucha curiosidad, ayudaba a su madre a organizar algunas notas, mientras que su padre revisaba el itinerario.

—¿Entonces realmente van a entrevistar a alguien de la familia real? —preguntó Andrew, lleno de emoción.

Theodor, un Akita Inu anaranjado y una expresión siempre tranquila, sonrió.

—No exactamente a ellos, pero sí a algunos de sus asistentes más cercanos. Es una gran oportunidad para nuestro trabajo, una entrevista exclusiva sobre cómo es trabajar con la realeza —dijo, con evidente entusiasmo.

Kimberly, una perra con pelaje café y toques anaranjados, miró a su hijo con una sonrisa, notando su entusiasmo.

—Sabemos que te encantaría venir, Andrew —dijo, acariciando su cabeza—, pero tienes clases y no puedes faltar. Además, ¡Todavía tienes muchas cosas que disfrutar en el festival!.

Andrew suspiró, sabiendo que su madre tenía razón. Aunque la idea de viajar con ellos al Reino Unido lo emocionaba, también estaba disfrutando del festival y sus momentos con sus amigos.

—Lo sé, mamá... —dijo, un poco desanimado—. ¡Pero suena tan emocionante!. ¡Me encantaría ver todo lo que pasa detrás de esos castillos y entrevistas!.

Kimberly rió suavemente.

—Habrá más oportunidades. Además, te prometemos que te contaremos todo cuando volvamos —le dijo, dándole un abrazo.

Theodor, quien estaba empacando su cámara, agregó:

—Y quién sabe, tal vez la próxima vez podrás venir con nosotros. Pero ahora, aprovecha estos días en el festival. Estoy seguro de que tendrás muchas historias geniales que contarnos cuando regresemos.

Andrew sonrió. Aunque no iría con ellos, la emoción por el festival y lo que aún quedaba por vivir con sus amigos le devolvió la energía.

—Está bien. ¡Disfruten su viaje! Y no se olviden de traerme algo interesante de Londres —dijo, sonriendo mientras sus padres se preparaban para partir.

El ambiente en casa se calmó un poco cuando Theodor y Kimberly terminaron de empacar y se prepararon para su vuelo, dejando a Andrew con una mezcla de emoción por lo que vendría y curiosidad por las historias que escucharían de ellos a su regreso.

Andrew recibió el mensaje de Joy justo después de despedirse de sus padres. Joy le pedía si podía pasar por ella a su casa, ya que Ned estaba enfermo y no podría asistir a clases. El perrito anaranjado aceptó de inmediato, viendo la oportunidad de acompañar a su amiga y ayudarla en ese día. Con su mochila al hombro, salió de casa y caminó hasta la casa de los Barclay.

Al llegar, tocó la puerta y, después de unos segundos, la puerta se abrió, revelando a Tyrone Barclay, el padre de Joy. Tyrone, un pájaro azulejo de plumaje azul intenso, trabajaba como enfermero en el hospital de San Diego, y aunque normalmente tenía una energía vibrante, ese día parecía un poco cansado.

—Hola, joven —dijo Tyrone, con una sonrisa cansada—. ¿Qué te trae por aquí tan temprano?

Andrew sonrió, algo nervioso, siempre respetando la presencia imponente de Tyrone.

—Hola, señor Barclay. Vengo por Joy. Me pidió que la pasara a buscar para ir a clases, ya que Ned está enfermo y no podrá acompañarla hoy —explicó Andrew con amabilidad.

"Rebeldes sin Causa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora