Capitulo 14: La vida de Ned y Joy

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Tras la genial barbacoa que se realizó en casa de Joy, era un pacifico día lunes, Ned como de costumbre esperaba a su novia para ir juntos al colegio, pero esta vez, el panda no estaba solo. Lo acompañaba su hermanita menor: Lucy Sinclair. Una panda de larga cabellera negra que solía adornar con accesorios. Los dos hermanos estaban utilizando la camioneta de su padre, para poder ir a clases.

Ned miraba su reloj con impaciencia, aunque intentaba mantener la calma para no incomodar a su hermanita, Lucy. El lunes por la mañana ya había empezado con el habitual caos de la semana escolar. Lucy, siempre detallista y con una fuerte personalidad, resoplaba mientras seguía aplicándose el lip gloss.

—¿Por qué siempre tenemos que esperar por Joy? —se quejó Lucy, mientras ajustaba el cinturón boho que llevaba.

Ned, acostumbrado a las quejas de su hermana menor, la miró de reojo desde el retrovisor, sonriendo de forma suave.

—Tranquila, Lu, no nos retrasaremos. Joy solo se está preparando. Sabes cómo es ella, siempre se tarda un poco más de lo que debería —dijo Ned, intentando mantener la conversación ligera.

Lucy bufó, cruzando los brazos mientras miraba por la ventana.

—No lo entiendo, ¿no puede estar lista a tiempo como todo el mundo? —respondió Lucy, rodando los ojos mientras jugueteaba con su bolso.

Ned sabía que parte del comportamiento de Lucy era nerviosismo por su primer día en el instituto. A pesar de su actitud confiada, BlueMarine High School podía ser intimidante. Además, estaba claro que Lucy tenía sus propios estándares altos cuando se trataba de cómo debía lucir. Ned pensó en cómo sería para ella comenzar esa nueva etapa en la misma escuela donde él y Joy estaban cursando sus últimos años.

La puerta de la casa de Joy se abrió de par en par, revelando a la pajarita azulejo que llevaba un top verde claro con pequeñas flores blancas y una falda denim azul. Su cabello aún estaba húmedo, pero con su característica energía y una sonrisa brillante, saludó a Ned y Lucy con entusiasmo mientras se apresuraba hacia la camioneta.

—¡Hola, chicos! Siento la espera, me atrasé un poco —dijo con una sonrisa, aunque claramente avergonzada por la tardanza.

Justo en ese instante, detrás de ella salió Monique, la mamá de Joy, también una pajarita azulejo pero de un porte más serio. Monique, con su habitual tono autoritario pero amoroso, llamó a su hija por su segundo nombre, lo que hizo que Joy se sonrojara de inmediato.

—¡Lakeisha! —dijo Monique, acercándose a su hija y entregándole una bolsa de almuerzo cuidadosamente preparada. —¡No puedes irte sin tu comida!. Y recuerda, fuera de casa puedes llamarte Joy, pero dentro de estas paredes, eres Lakeisha.

El rostro de Joy se encendió de vergüenza mientras Ned disimulaba una pequeña sonrisa. Lucy, por su parte, no perdió la oportunidad de reírse suavemente desde el asiento trasero.

—¡Mamá, por favor! —susurró Joy con un gesto rápido hacia su madre, tratando de salir de la situación lo más rápido posible.

Monique sonrió de forma comprensiva y le dio un ligero toque en el hombro antes de volver a la casa.

—¡Que tengas un buen día, Lakeisha. Te quiero mucho!—dijo con dulzura, ignorando por completo la incomodidad de su hija.

Joy, ya más que apurada por subirse al coche, se volvió hacia Ned y Lucy, aún con el rostro algo sonrojado. Ned, siempre el apoyo incondicional, solo le sonrió mientras ella se acomodaba en el asiento del copiloto.

—¿Lakeisha, eh? —bromeó Lucy desde atrás, sin dejar de reír.

Joy se encogió en su asiento, aún tratando de procesar la vergüenza, pero al final, se unió a la risa.

"Rebeldes sin Causa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora