Mis párpados pesan al intentar abrirlos. Y cómo destellos, todo lo que sucedió anoche aparece en mi cabeza haciéndome sobresaltar en el colchón.Con el pecho apretado y la respiración acelerada, lo veo a un lado de cama. Está desnudo completamente. Duerme boca abajo y toda su espalda y brazos lucen llenos de músculos.
Paso saliva y me golpeo mentalmente, sintiendo mis mejillas arder por ello. Y los ojos se me acumulan de lágrimas al ver entre mis piernas los restos de sangre seca y la sábana manchada, aunque no es mucha, mi entrepierna arde y cuando me pongo de pie con sigilo, duele.
Tomo una bata para salir. Este es mi momento, no debo dejar que el miedo me invada ahora. Está dormido y si soy cuidadosa podré huir pues aún está oscuro fuera.
Doy pasos hasta la puerta, con la cabeza atormentada y cuando abro para al fin ser libre, una mujer está parada a un lado de la misma.
Me mira y hace una reverencia. Y las ganas de llorar pican en mis ojos, pero siento que ya de ellos no saldrá más líquido debido a lo mucho que llore hace horas.
—Milady, quiero presentarme. Soy Jazmine, vuestra nueva doncella. ¿Necesita algo? —inquiere con afabilidad.
Y las grietas de decepción se abren paso por mis sentidos. Aprieto mis manos en la tela del camisón y paso saliva, sin saber qué responder. Todos trabajan para él, por tanto ella no me ayudará a escapar. Y si es como Niurka, sería capaz de contárselo, aún si no llego a hacerlo.
No.
No correré ese riesgo.
Lo menos que deseo es que él sepa mi plan. Si ni siquiera me conoce y ya ha vuelto mi vida un infierno.
—¿Desea un baño? —pregunta sacándome de mis pensamientos.
Asiento sin decir nada.
Me siento rota. Me siento sucia. Me siento usada.
—Os mandaré a preparar uno cuanto antes... —comenta y mira a tras mi espalda.
—¿Podría ser en otra habitación? —balbuceo ya que de solo pensar en tomar un baño con ese monstruo en el mismo lugar, me aterroriza.
Y otra vez mis músculos se contraen y mis ojos se empeñan. Es como si cada vez que recuerdo lo que pasó hace horas, mi cuerpo lo reviviese nuevamente.
—Claro venga conmigo —afirma y la sigo cuando comienza a caminar.
Damos unos cuantos pasos por el mismo pasillo y abre una puerta. Nos adentramos a una habitación igual de grande que la que estaba.
—Espere que suban el agua señora.
Asiento y ella sale de mi vista. Mientras tanto yo me quedo anclada en el suelo con la mirada fija en un punto de la pared. Abusaron de mí. Me forzó a hacer tal acto y me infringió dolor.
¿Acaso todos los matrimonios son así? ¿Todas esas mujeres con miradas apagadas viven la misma pesadilla que comencé a vivir yo?
Las criadas comienzan a llenar la tina de agua caliente, hasta que al terminar me dejan a solas con Jazmine. Con las manos temblorosas porque ni siquiera me he mirado bien, zafo el lazo del camisón y el mismo cae al suelo.
Me meto en la tina metálica y cierro los ojos dejando caer mi espalda a ella. Pero cada vez que cierro los ojos se invade mi mente de lo mismo.
Sus gruñidos.
Sus manos apretándome.
Su boca succionando con rudeza mis tetas.
Y aunque algo leve se remueve dentro de mí, se apaga totalmente por el dolor y el sufrimiento que sentí.
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Su elegida por sacrificio III
RomanceNatasha Wilkinson veía su futuro más que claro, casarse con alguno de sus atractivos partidos que ansiaban desposarla. Vivir cómodamente y disfrutar de los beneficios de ser la esposa de algún caballero con algún título nobiliario de antaño. Quien...