Capítulo 16

798 99 5
                                    

Agarrense porque les va a dar algo 👀

Pov Jennie 🌹

El reloj marcaba las 9:30 p.m, y me sorprendí por no haber visto las horas pasar. Reuniendo toda la fuerza de voluntad y coraje que me quedaba, me levanté de la cama y fui a su cuarto.

Todas las luces de la casa parecían estar apagadas. Tal vez ella ya estaba durmiendo. Caminé lentamente por el pasillo, probando mi control a cada paso. Fui silenciosa, porque no quería que pensara que estaba deambulando por una casa que no era mía.

Llegué a su cuarto y empujé lentamente la puerta. Lisa estaba de pie, frente a la gran pared de vidrio, mirando los coches que pasaban por debajo de nosotras. Usaba un pijama blanco, y parecía pensativa. Al darse cuenta de que estaba ahora dentro de su cuarto, ella se giró hacia mí, mirándome con una expresión satisfecha, y no acusatoria por estar invadiendo su espacio como pensé que estaría.

—¿Tienes hambre?

—No —respondí después de probar mi respiración algunas veces.

—Necesitas comer algo.

—No necesito nada.

Ella continuó mirándome, pronunciando cada palabra en un tono de voz tranquilo que llegaba a ser envidiable:

—Puedo preparar algo para ti.

—¿Por qué me estás tratando como tu muñeca?

Me miró sorprendida.

—No lo estoy...

—¿Por qué me trajiste aquí?

—¿No es obvio?

—No, no lo es.

Hacía fuerza para que los temblores en mi cuerpo no rompieran mi voz, ya que quería aparentar un mínimo de seguridad.

—Quiero que te quedes aquí.

—¿Por qué? ¿Para hacer la broma de ignorarme más divertida?

—No.

—¿Entonces por qué?

—Porque tienes que quedarte aquí.

—¿Por qué no me das motivos? —Ella suspiró.

—Necesito hablar contigo.

—¿Sobre qué?

—Sobre mí.

No, no tenía idea de lo que tenía que decir, pero lo que fuera, debería ser algo importante. Sólo por el hecho de que Lisa se prestaba a mantener una conversación conmigo, cosa que parecía evitar a cualquier costo en las últimas horas, y yo podría decir que sus palabras debían ser dignas de atención.

—Cámbiate de ropa. Los jeans no son cómodos para dormir.

—No tengo sueño. Me dejaste dormir demasiado.

Otra vez, ella suspiró.

—¿Por favor?

Seguí mirándola por algún tiempo, pero finalmente tomé la iniciativa de atender su petición. Me volví lista para ir a mi habitación y tomar una pieza de ropa, pero ella interrumpió mis movimientos cuando se dirigió de nuevo a mí.

—No, no quiero que uses esas ropas —La miré otra vez.

—Entonces, ¿Qué quieres?

Como respuesta, ella sacó la parte de arriba de su conjunto quedando sólo con un sostén y me extendió la camisa, tan grande como lo que había vestido la noche anterior. El perfume era el mismo, lo que hizo que mi corazón diera un discreto salto fuera de ritmo.

My Sweet Prostitute | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora