Capítulo 23

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Pov Jennie🌹

Aunque Lisa y yo nos estuviéramos entendiendo poco a poco, la convivencia entre las dos todavía no había llegado a ser tan simple como sucedía con la mayoría de las parejas. Y pensar en ella y en mí como una pareja, aunque me ponía radiante, todavía me dejaba nerviosa.

Tomé un baño rápido, yendo contra mi voluntad de demorarme bajo el agua caliente y perfumarme bastante para ella. Pero, como mi tiempo era corto y lo último que quería mostrarle es que no era puntual, me apresuré a hacer todo.

Así que, en menos de veinte minutos ya estaba bañada, peinada y con un maquillaje tan discreto que podría pasar desapercibido, vestida propiamente para la temperatura invernal en el exterior.

Quisiera haberme arreglado más, pero eso significaría hacerla esperar. Por eso, bajé a las 08:34, ya arreglada, usando un guardarropa todo nuevo: pantalones legging negros simples, botas negras largas por encima de ellos, una blusa grande encima de ella, un abrigo bastante cálido y para finalizar unos accesorios (anillos, pendientes,pulseras) y una bufanda negra.

Antes de bajar, sin embargo, me aseguré de sacar todas las etiquetas de la ropa que nunca había usado, además de dar una rápida mirada al espejo grande que estaba dentro del closet de su habitación.

Me sorprendí conmigo misma. No estaba espectacular, pero bonita. No hermosa, pero bonita, de una manera sencilla. Mi expresión parecía más viva, mis ojos no estaban tristes. Mis labios, sin lápiz labial, estaban aún más llenos de color, y entonces me pregunté si todo tenía que ver con mi nuevo espíritu. Era obvio que sí.

Salí al garaje buscándola, pero su vacante estaba vacía. Caminé rápidamente hacia el enorme vestíbulo de entrada del edificio, tanto para llegar rápido como para calentarme. Fui a las escaleras que daban a la acera y fui casi chocada por un viento helado, pero antes de que pudiera pensar, aviste un Porsche Cayenne plata apagado y parado un poco a la derecha.

Cuando me giré a mirar, los faros parpadearon para mí, advirtiéndome que era el coche correcto. Mi pulso, para variar, empezó a acelerarse. Antes, no estaba acostumbrada a sentir eso cada vez que me veía a punto de acercarme a alguien, pero últimamente sentirme más como una adolescente se estaba convirtiendo en un hábito.

No podía evitarlo, era involuntario: Siempre que me daba cuenta de que Lisa estaba a menos diez metros de mí y mi corazón insistía en querer salir por mi boca. Era así.

Me quedé mirando el panel luminoso del Porsche frente a mí como una imbécil. Sabía que ella me miraba sin intentar disimular, lo que hacía que mi cara se pudiera más y más caliente con cada segundo transcurrido.

—Estás roja —su voz salió en un tono divertido.

—¿Lo estoy? —Me hice la tonta, aún sin quitar los ojos del panel.

—¿Estás avergonzada?

Lisa estaba a punto de carcajearse en mi cara, podía sentirlo sin siquiera tener que mirarla. Me convencí de que, si ella lo hiciera, tendría toda la razón: Yo era patética, y no mirarla sólo porque nuestra noche estaba siendo un poco "diferente" era tan lamentable que hasta me hacía sentir vergüenza.

Y lo peor de todo era que yo estaba casi segura de que ella sabía que ese era el motivo.

—¿Ya te dije que eres linda avergonzada? —habló todavía divirtiéndose con mi falta de respuesta, entonces encendió el coche y nos puso en movimiento en la carretera.

—Gracias. Fue todo lo que conseguí decir.

El hecho de que estaba avergonzada sólo me hacía sentir más vergüenza, pero sabía que ella adoraba hacer eso.

My Sweet Prostitute | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora