Capítulo 49

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Pov Jennie🌹

Como Ella ya no despertaba berreando como antiguamente, creímos aceptable regresar la cuna a su habitación. Así no tendríamos que salir e ir a otro lugar de la casa siempre que quisiéramos estar juntas, porque Ella había tomado la manía de despertar en medio de la noche y quedarse silenciosamente observando las cosas en la oscuridad como una psicópata.

El primer adiosito que dio fue, obviamente, a Lisa. Saliendo de la habitación en una mañana del jueves, Lisa agitó histéricamente su mano, y ella lo retribuyó. Mi esposa se quedó tan fascinada por el hecho que llegó atrasada al trabajo. De la misma forma, Ella también gateó hacia ella, viéndola llegar a casa un día cualquiera. Todavía estaba aprendiendo a coordinar los bracitos y las piernas, y por eso fue a los tropiezos y empujones hacia su madre, pero fue. Como el suelo estaba cubierto por una alfombra suave, no se lastimaba cuando se desequilibraba y caía, lo que nos permitía encontrar sus tropiezos muy divertidos.

Ella gateando significaba el doble de cuidados. Si ella podía llegar a donde quisiera, teníamos que impedirla. Su aparente hiperactividad me hacía creer que tenía un hermoso día hasta que, al volver del baño, la encontraba jugando con el conjunto de cuchillos que estaban en la cocina o intentando ir al piso de abajo en medio de la escalera.

En cambio, fui la primera en verla ponerse de pie sola en la cuna. Yo estaba al teléfono con Chitthip, y Ella quería desesperadamente mi regazo. Cómo opté por tomarla tan pronto como terminara la llamada, ella perdió la paciencia y se equilibró con la ayuda de los barrotes, quedando de pie y estirándose toda para que la sacara de allí. Por supuesto que me emocioné y la tomé en el mismo minuto, llenándola de besos.

Cuando le conté a Lisa, ella sintió envidia de mí.

Su primer diente salió, llenando a todo el mundo de orgullo. Creo que Chitthip lloró. La piscina se convirtió en uno de sus lugares favoritos en el mundo, lo que me hizo desarrollar una compulsión en comprobar siempre si todas las puertas que daban a esa zona estaban debidamente cerradas. Aplaudir se había convertido en su pasatiempo favorito, así como rodar en el suelo y balbucear cosas irreconocibles para sí misma. Si no fuera por lo social que mi hija adoraba ser con cualquier extraño en la calle, yo diría que podría ser autista. Pero no, Ella sólo se entretenía sola.

Lisa compraba libros coloridos, instrumentos musicales para bebés (un pianito, un tambor y un xilofoncito) y juguetes llenos de formas y colores. Ella pasaba horas poniendo cosas dentro de un balde y sacándolas de nuevo, y cuando se cansaba de eso, sus propios deditos gordos parecían ser suficiente para dejarla hipnotizada por un buen tiempo.

—¿Ves como sólo eres linda? —Lisa habló, apuntando hacia el reflejo en el gran espejo del hall de entrada. Ella se inclinó hacia adelante y puso las dos manos allí, abrió la boca y lamió el cristal.

—Qué bueno que he limpiado ese espejo hace diez minutos —concluí, organizando las cosas en la bolsa. Estábamos de salida para un almuerzo en casa de Marco y Chitthip.

—Gracias a Dios —Lisa suspiró, observándola parar de "lamerse" y notar el reflejo de ella misma luego allí a su lado. Cuando sus ojitos se encontraron con los suyos en el espejo, Lisa habló otra vez— Hola.

Ella se rió.

—¿Quién soy yo? —reguntó. Ella continuó mirándola con curiosidad— "Maa—maaa."

—"Maah."

—"Maa—maaa."

—"Maaa mmmm.

—Maammm... "

—Yo espero —concluí.

—"Maa—ma." —mi bebé dijo.

—¡ELLA HABLÓ!

My Sweet Prostitute | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora