Entre rivalidades y corazones (LingOrm)

Capítulo 13: Un Nuevo Comienzo: La Siguiente Etapa

La noche estaba tranquila en el pequeño lago del bosque, donde el susurro de las hojas se mezclaba con el canto lejano de los grillos. Orm y Ling se encontraban recostados sobre una manta, la luz de las estrellas filtrándose a través de los árboles, creando un tapiz de diamantes en el cielo.

El beso que se habían dado bajo las estrellas aún resonaba en el aire y ambas se encontraban aún afectadas por el apasionado beso. Orm no podía negar lo innegable todo su cuerpo ardía a la espera de que Ling llevara el beso más allá, lo deseaba con todo su ser, el deseo avasallador que sentía no era algo que hubiera experimentado antes.

Ling por su parte está concentrada en hacer que su corazón dejara de latir, se sentía como una maldita virgen a la espera de su primera vez, lo deseaba. No sabía cuántas veces había fantaseado con poder hacerle el amor a Orm.

Por lo que decidió ser valiente, el lugar era el escenario perfecto para consumar su amor. Después de la plática que habían tenido, no le quedaba duda tenía que dar un paso más, tenía que hacerla suya.

La brisa suave acariciaba sus rostros, mientras el murmullo del agua creaba una melodía suave que acompañaba el momento.

Orm miró a Ling a los ojos, buscando su consentimiento en ese instante tan delicado. Ling sonrió, su rostro iluminado por la luz de la luna, y asintió lentamente. La conexión entre ellas era palpable, una energía que las atraía irresistiblemente.

Con ternura, Ling tomó la mano de Orm y la guió hacia la cabaña.

Allí, el sonido del agua se convirtió en un susurro, y el mundo exterior se desvaneció. Al cerrar la puerta la atracción entre ellas fue magnética.

Ling se acercó a Orm, sus labios se encontraron de nuevo en un beso, esta vez más profundo. Rápidamente profundizó el beso, el choque de sus lengua fue exquisito, una guerra de lenguas por ver cuál tenía el poder se desató, Orm no pudo evitar querer ir más allá por lo que aprovechó para succionar su lengua dentro de su boca y después capturar el labio inferior de Ling, chupándolo suavemente y dejando una que otra sensual mordida.

Las manos de Orm exploraron suavemente el rostro de Ling, mientras sus dedos se deslizaban por su cuello y sus hombros, sintiendo la calidez de su piel. Ling respondió acariciando el cabello de Orm, dejando que sus dedos se enredaran en sus mechones.

El deseo creció entre ellas, como un fuego que se avivaba con cada caricia. Orm se inclinó hacia atrás, llevando a Ling con ella, de modo que ambas quedaron recostadas contra la puerta. El roce entre sus cuerpos sólo ayudó a que ambas perdieran cada vez más el control.

Ling bajo sus labios al cuello de Orm, besarla era una maravilla del mundo. La piel suave y el aroma embriagador hicieron que los besos fueran más húmedos. Se sorprendió a ver lo sensible que era Orm en esa zona, con un impulso de valentía llevó su boca al oído de Orm.
"Hueles tan bien y tu piel es tan suave, solo tengo ganas de devorarte."

Orm sintió cómo todo su ser se estremeció con anticipación. Dios estaba mojada, muy mojada.

Ling comenzó a desabrochar la blusa de Orm, sus manos temblorosas pero decididas. Cada botón que se deshacía revelaba más de la piel suave y cálida de Orm, y cada pequeño destello de piel expuesta hacía que el corazón de Ling latiera más rápido.

Ver a Orm con su blusa desabrochada, su respiración acelerada y sus labios hinchados por el beso fue su perdición. Bajo su vista y la posó en el pecho cubierto por un sostén negro de encaje que no dejaba mucho a la imaginación y el abdomen, no pudo evitar el pequeño gruñido de excitación que salió desde lo profundo de su garganta.

"Cariño... eres tan sexy, tan hermosa, quiero probar cada centímetro de ti."

Orm, sintiendo su corazón acelerarse a más no poder cuando escuchó que la llamo cariño pero decidida a que no era el momento de hablar, tomó la mano de Ling y la guió a su pecho, invitándola a explorar por encima del sostén. No podía soportar un segundo más sin sentir las manos de Ling tocándola.

Las manos de Ling se movieron sobre el pecho de Orm, acariciando cada centímetro, sintió como sus pezones se ponían duro a su tacto, los apretó suavemente haciendo que Orm gimiera sobre su boca.

Mientras sus labios se encontraban de nuevo, llenos de pasión. La conexión entre ellas se profundizaba, y el mundo exterior se desvanecía por completo.

Con un susurro y sintiendo como sus piernas temblaban Orm dijo:

"No creo poder soportar mucho tiempo más de pie, necesito que me lleves a la cama. Quiero que me hagas tuya."

Ling, sintiendo la excitación de su voz y su propia excitación, Se dejó llevar, permitiendo que sus instintos la guiaran.

Una vez en la habitación, Ling sentó a Orm a la orilla de la cama y se subió sobre su regazo posando sus piernas a cada lado y se tomó el tiempo de besarla nuevamente e ir explorando el cuerpo de la otra por encima de la ropa con una mezcla de ternura y deseo, cada caricia un lenguaje propio que hablaba de su amor.

"Déjame cuidar de ti, no tienes que preocuparte por nada. Solo disfruta y puedes tener la confianza de decirme si algo no te gusta" le dijo Ling mirándola directamente a los ojos con ternura.

"Lo que necesito es que continúes con lo que estábamos haciendo."

Ling aceleró el ritmo, estaba sobre el regazo de Orm sintiendo como su cuerpo caliente se apretaba contra ella y por fin quito la blusa y con una mirada pidió permiso para desaparecer al fin el sostén.

Ocupaba sentirlos sin ninguna barrera en su mano, apretó suavemente ambos senos y con sus pulgares acariciaba los pezones erectos.

La vista era gloriosa, el hermoso rostro de Orm con sus ojos cerrados y su boca entreabierta dejando salir pequeños suspiros y esos hermosos pechos en sus manos, los delicados pezones rosados entre sus pulgares. Fue consciente de que tenía un rato frotándose sobre el regazo de Orm.

"Oh Ling, si... pruébalos, cielo." dijo con una voz entrecortada por la excitación.