Capítulo 1: "Memorias Fragmentadas: El Secreto de Den Uskyldige"

135 29 46
                                    

Aunque Yggdrasil quedó a salvo en el pasado, rumores han seguido circulando de generación en generación, dando lugar a nuevos grupos de rebeldes que buscan abrir una grieta entre esta dimensión y la otra, con la intención de saquear las riquezas que en Yygdrasil se esconden. Sin embargo, aún permanecen ocultos por el mundo aquellos considerados nobles, descendientes directos del legado que Solveig dejó atrás.

Verán, se supone que todos habrían olvidado lo ocurrido aquel mítico día, pero se cree que quien respondió a la plegaria de Solveig sabía que, en el futuro, serían necesarios más corazones fuertes y almas puras, personas dispuestas a sacrificarlo todo por un bien mayor. Ellos serían los guardianes silenciosos, los defensores de lo que no podían comprender del todo, pero debían proteger.

Pero, como ya imaginarás, los humanos son débiles, fácilmente corrompidos. Así comenzó a circular el rumor de la existencia de una grieta, un portal que, de ser liberado, otorgaría un poder absoluto a quien lo encontrase. Algunos dicen que fue un seguidor de los "Arv", quien agotado por años de vigilancia a los pies de la montaña Kjerag, cansado de proteger lo que consideraba una idea absurda, dejó escapar el secreto.

Para él, las historias no eran más que ecos de la desesperación humana, narraciones inventadas para darle sentido a lo inexplicable, una manera de llenar el vacío de lo que nunca se podría controlar. Creía que las leyendas de Yggdrasil y el Kjeragbolten eran cuentos. Y es aquí donde comienza mi historia, pues los rumores que siguieron son los que lo cambiaron todo:

"Aquel día, el anciano hombre, agotado y desilusionado, decidió que si tenía que pasar una noche más bajo las sombras de esa montaña lúgubre, necesitaría algo más que voluntad para soportarlo. Así que bebió. Bebió hasta que la vista se le volvió borrosa y sus piernas ya no pudieron sostenerlo. Al final, pensó, la montaña seguiría ahí, y la roca, inmóvil, no tenía por qué ir a ninguna parte.

Horas más tarde, dos personas lo encontraron tirado en medio de la nada. El anciano, frustrado y con la mente nublada, comenzó a hablar de su vida, de los años que había desperdiciado protegiendo un poder inconmensurable en el que ya no creía. Habló de la roca sobre la montaña, esa que nunca había mostrado señal alguna de ser más que eso: una roca.

Los dos extraños, conmovidos por la desesperación del anciano, fueron a una cantina cercana a ahogar el mal trago, pero no pudieron evitar compartir lo que habían escuchado. Al principio, los presentes ignoraron las palabras de los desconocidos, pero hubo quienes prestaron atención. ¿Y si el viejo no estaba del todo equivocado? ¿Y si ese poder que mencionaba había estado allí todo el tiempo, esperando ser liberado?

Así fue como se originó el primer grupo de rebeldes, conocidos por ir en contra de los Arv y su propósito de proteger el secreto del Kjeragbolten. Aunque la mayoría de esos primeros rebeldes fueron disueltos, los relatos que se contaron boca a boca revelaron más de lo que cualquiera hubiera imaginado. Se encontraron pistas, acertijos que resultaron ser mapas, llaves y cerraduras. Algunos de estos fragmentos de información fueron recuperados y destruidos por los Arv, pero otros se perdieron, o al menos eso se creía."

Esto es lo que se dice en los archivos del Arv, la versión oficial de los rebeldes que fueron capturados e interrogados. Aunque más que una causa, parecían simples fanáticos.

Sin embargo, en mis manos yace la bitácora del famoso Den Uskyldige, a quien la historia condenó como desertor, desleal y traidor. Pero he encontrado algo interesante: cada vez que se le cuestionó sobre los hechos de aquella noche, solo mencionaba lagunas mentales. Y aunque no lo recordaba todo, escribió lo siguiente:

"Tan pronto desperté del trance, corrí a advertir a todos en el Arv sobre la situación en la que nos encontrábamos. Me sentía sucio, indigno. Pero sabía, en lo más profundo de mi ser, que no podía haber sido yo quien pronunciara aquellas palabras.

Mi familia, mis ancestros, entregaron cuerpo y alma para proteger este legado sagrado. Somos puros, nobles, bendecidos por la gracia de los dioses. Me niego a creer que los haya traicionado. Sin embargo, tengo vacíos en mi mente, y cada vez que intento recordar esa noche, un dolor insufrible me parte el cráneo, como si mi mente estuviera siendo destrozada. Temo perder la razón, y temo aún más que lo que se me acusa sea cierto. Pero mi mayor miedo es que, en un descuido, revele la ubicación de la puerta.

Si alguien encuentra esto algún día, quiero que sepan que jamás habría traicionado voluntariamente al Arv ni a los dioses. Jamás habría dado la espalda a mis creencias, a mi fuerza de voluntad. Por eso, antes de poner en riesgo nuestra misión y propósito, he tomado una decisión: este será mi sacrificio.

Perdónenme, y ojalá nos encontremos en el Valhalla."

Ahora, un nuevo grupo de rebeldes ha resurgido, y por esa razón estoy aquí. He venido a descubrir la verdad de lo que ocurrió aquella noche. ¿Realmente hubo una traición o fue solo el desahogo de un alma atormentada por la duda? ¿Qué lo llevó a abandonar su juramento? Se dice que el licor que bebió, ese que lo nubló hasta el punto de hablar de los secretos más profundos de su orden, no era de este mundo.

Algunos creen que fue un ardid de los dioses para poner a prueba su lealtad, otros afirman que fue una trampa de aquellos que deseaban abrir la grieta. ¿Pero quién podría hacerlo si nadie conocía de su existencia? La verdad está aquí, enterrada en las piedras de Kjerag, y no me iré hasta desenterrarla.

Estoy decidido a encontrar respuestas, aunque la verdad, cuando se revele, pueda cambiar todo lo que sabemos.

El legado de Solveigh; Entre runas y sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora