pizzas y abrazos

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Se acercaba la noche, la rubia hacía pizzas para su vecina y Carola, tenía ganas que llegará las ocho de la tarde, tenía ganas de pasar la noche con aquellas dos vecinas que poquito a poco le estaban robando el corazón sin apenas darse cuenta.

En ese instante sonó el timbre, fue a abrir toda llena de harina de hacer la masa.

-Hola Luisi, mamá me ha dicho que vas a cenar está noche con nosotras? La niña lo decía con una henorme sonrisa y juntando sus manitas en señal casi de súplica.

Luisi sintió en ese momento que jamás encontraría otra sonrisa igual que  le robara el corazón (que equivocada estaba).

Pasa pequeña, vamos a coger unas cosas y nos vamos con tu mami para cenar si? - la pequeña aceptó asintiendo con la cabeza, la rubia cogió dos bandejas y una bolsa donde tenía su pijama, enseres de aseo, vamos?

La locutora cerró su puerta y entraron las dos en casa de su vecina.

-hola, ya estamos aquí

- hola rubia estoy en la cocina, de qué te gustan las pizzas? Para pedirlas ya y poder cenar tempranito.

- de las casera, como estás - dijo apareciendo por la puerta de la cocina con ellas en las manos.

Cuando antes creía que no habría una sonrisa que superará  a la pequeña , se equivocó la de su mamá hizo al corazón de la rubia latir con tal fuerza que parecía salirse de su cuerpo.

Las mayores pusieron la mesa y se acomodaron de tal forma que la pequeña quedara en medio de las dos.

- Luisi, como es trabajar en la radio? - pregunto una pequeña con toda la boca manchada de queso y tomate, haciendo así reír a las mujeres.

- Pues mira, es como estar siempre en un sueño al que haces feliz a todas las personas que llaman o mandan WhatsApp para que les pongamos alguna canción o para pedir alguna opinión de algo, aparte yo tengo la gran suerte de trabajar con mi hermano así también se puede decir que trabajamos en familia.

- Mamá, yo voy a tener hermanito o hermanita algún día?

Amelia no esperaba esa pregunta,casi se atraganta al escucharla, - Amor aún eres pequeña, no sabemos qué puede pasar más adelante.

- Es porque ya no tienes novia? - las ocurrencias de esta niña dijo casi en un susurro que no valió de nada pues la rubia se enteró y soltó una carcajada.

- Luisita, tú quieres ser la novia de mamá? Así si podría tener una hermanita.- no se sabe cuál de las dos adultas se atragantó antes igual que tampoco se sabe si estaban tan sincronizadas que las dos empezaban a imaginar una vida así.

- Carola!! Eso es cosa de mayores - no puedo creer las preguntas de esta niña.

Luisita empezó a reír mirando a la de rizos -no te preocupes que no es malo que pregunte los niños son así .

- Pues nada contesta a la pregunta, ya que son niños, Amelia puso una cara pícara para ver cómo salía su vecina de la enredadera de su hija.

- Verás Carola, tú mamá y yo aún nos estamos conociendo, en los adultos es todo un poco más despacio , se que tú mamá es muy buena, me lo ha demostrado en el poco tiempo que lleváis aquí.

La pequeña se quedó en silencio mucho tiempo, como aclarando en su cabecita lo que la locutora le había contestado.

La locutora miró a la morena con una media sonrisa como diciendo que he salido airosa.

Las tres estaban terminando de canar cuando la pequeña volvió la la carga.

- Mami, nos vamos a quedar aquí mucho tiempo? La morena se extrañó de la pregunta, aún así contesto a la pequeña.

el sonido de una risaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora